Todas las adaptaciones que se proponen en este documento tienen como finalidad que la evaluación del alumno/a por sus conocimientos y no por los efectos derivados de la sordera.
Entrada en el aula
Las personas convocadas para el examen se encuentran en un pasillo esperando a que se cite su nombre, se identifiquen ante los examinadores y se ubiquen en el aula.
Puede ocurrir que el ruido ambiental ocasione la incomparecencia del alumno/a aunque se encuentre próximo a la puerta.
Adaptaciones posibles:
1 Notificar con antelación al alumno/a el número de su aula, indicando que se presente en la misma unos minutos antes de la hora de la convocatoria.
2 Pedir al centro educativo que algún miembro del equipo docente le acompañe hasta el momento de su entrada en el aula.
Condiciones físicas del aula
El examen se debe realizar en un aula tratada acústicamente y con sistema de amplificación de grupo. Si esto no es posible, al menos el aula será acústicamente silenciosa y con buena iluminación para poder estar en condiciones óptimas de escuchar y leer los labios de los examinadores.
Deben desestimarse aquellas aulas en las que hay otros alumnos con necesidades educativas especiales cuya atención para la realización del examen requiera la utilización de medios técnicos ruidosos tales como traductores, conversores texto-voz, impresoras braille, etc.
Lenguaje utilizado en la formulación de las preguntas
La utilización de formas sintácticas y gramaticales muy complejas (las oraciones con doble negación, las condicionales, las oraciones subordinadas muy largas) pueden dificultar la comprensión de las preguntas que se formulen.
El objetivo es que el alumno/a comprenda la pregunta del examen y no que tenga que realizar un test de comprensión de lenguaje cuando lea esa pregunta.
Adaptaciones posibles:
1 Preparar el examen a realizar con un lenguaje claro y sencillo, utilizando preguntas directas.
2 Explicar verbalmente las preguntas del examen dejando tomar notas aclaratorias de las mismas.
Tiempo de examen
Las personas con sordera precisan, generalmente, mayor tiempo para llevar a cabo la misma tarea, debido a las dificultades lingüísticas derivadas de la misma.
Adaptaciones posibles:
1 Dar un tiempo adicional para la realización del examen.
2 Fijar el tiempo del examen antes del mismo e informar al alumno/a sobre la hora de finalización.
Corrección de exámenes
Hay que evaluar si el alumno/a tiene los conocimientos requeridos, no su forma de expresarlo.
En el lenguaje escrito de las personas con sordera congénita pueden predominar las oraciones sintácticas sencillas y las oraciones coordinadas; también pueden encontrarse errores de concordancia de género y número, dificultades en el uso de formas y tiempos verbales, adición de artículos, omisión de palabras funcionales o errores en el uso de las mismas.
Cuando el tribunal examinador corrige los exámenes, desconociendo la sordera y cómo afecta al desarrollo del lenguaje, evalúan los contenidos y la forma de expresarlos como un todo. Lo que es lógico para la mayoría del alumnado, no parece que sea justo para las personas con sordera.
Adaptaciones posibles:
1 Optar por un evaluador con experiencia en el trabajo con personas sordas o conocedor de la sordera para que evalúe los exámenes.
2 Permitir que un tutor del centro escolar del que procede el alumno/a o de otro centro de integración preferente de alumnos con discapacidad auditiva corrija los exámenes.
3 Pedir que otro profesor transcriba los exámenes con el mismo lenguaje pero sin errores gramaticales antes de corregirlos.
En cualquiera de las situaciones descritas, hay que informar previamente al evaluador sobre la discapacidad auditiva del alumno/a y sobre las dificultades que de ella se derivan.
Idioma
La asignatura de idioma extranjero merece una mención especial a la hora de examinar, corregir y evaluar a alumnos con problemas auditivos o sordera. Si difícil es la adquisición de la lengua materna, más difícil es el aprendizaje de una segunda lengua. Hay que tener en cuenta que, en general, se trata de un idioma:
1 Introducido tardíamente con mucha frecuencia. La tardanza se debe a que se considera deseable que las normas y estructuras morfosintácticas básicas de la lengua materna estén establecidas antes del inicio de la segunda lengua.
2 Iniciado en el ámbito escolar a fin de cumplir los requerimientos educativos. Este idioma no se utiliza en el entorno social.
3 Cursado por un gran número de alumnos con adaptaciones curriculares.
Además, hay que tener en cuenta que:
1 La exposición a dicho idioma se ha producido una vez transcurrido los períodos sensibles para el desarrollo fonológico y morfosintáctico.
2 Las dificultades existentes en idioma materno se mantienen en la segunda lengua. Las características del lenguaje descritas en el apartado anterior pueden trasladarse al inglés.
3 La adquisición del segundo idioma por los alumnos con discapacidades auditivas, en el contexto escolar, basa el proceso de aprendizaje en la lecto-escritura, lo que supone la alteración de los aspectos fonológicos.
Adaptaciones posibles:
1 Eliminar aquellas pruebas en las que el alumno tenga que escuchar, comprender y hablar.
2 Utilizar pruebas escritas.
3 Valorar el examen teniendo en cuenta la historia académica previa del alumno en cuanto a las posibles adaptaciones curriculares.
4 Leer las sugerencias proporcionadas para la corrección de exámenes.