Julio-Agosto 2013 – número 4

audiología

- Administración y puntuación informatizadas de la prueba dicótica de sílabas sin sentido, de Conrad Lundeen.
- Los audiólogos educativos facilitan el acceso a la comunicación, de Tena McNamara y Michael Macione.
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Administración y puntuación informatizadas de la prueba dicótica de sílabas sin sentido

 

Conrad Lundeen
Universidad de West Virginia, Morgantown

 

 

Objetivo: Se diseñó un programa informático fácil de usar para administrar la prueba dicótica de sílabas sin sentido (DNST, por sus siglas en inglés). La informatización facilita al oyente llevar a cabo adecuadamente la tarea de respuesta y a los audiólogos administrar la prueba y puntuarla con acierto.

Método: El programa presenta los estímulos de la prueba en una secuencia controlada por el usuario a su propio ritmo, proporciona al cliente una interfaz sencilla para recoger las respuestas de los oyentes, comprueba que se graban correctamente las respuestas antes de proceder a realizar la prueba, puntúa las respuestas de manera automática y guarda la información en un formato electrónico fácil de analizar y archivar.

Resultados: Se describe el protocolo automatizado de la prueba DNST. Las pruebas de comprobación confirman la exactitud de la secuencia de estímulos, la grabación de la respuesta y la puntuación de la prueba.

Conclusiones: La informatización facilita la administración de la DNST, garantiza la precisión en la puntuación de la prueba y simplifica el análisis y archivo de los resultados. Estas mejoras pueden aumentar la utilidad de la DNST para los médicos. Se requiere más investigación para establecer datos normativos para esta versión de la DNST.

Palabras clave: escucha dicótica, prueba dicótica de sílabas sin sentido, informatización.

La tarea de escucha dicótica consiste en la presentación simultánea (o casi) de estímulos verbales a los dos oídos. Se pide a los oyentes que identifiquen las señales presentadas en ambos oídos. Kimura demostró por primera vez (1961) que las lesiones corticales (lóbulo temporal) afectaban a la función de escucha dicótica. Desde entonces, las pruebas de escucha dicótica son de uso habitual para evaluar la función del sistema nervioso auditivo central en personas con patología del sistema nervioso central y otras con supuestos déficit del procesamiento auditivo (American Speech-Language- Hearing Association, 2005). De hecho, en una encuesta realizada a audiólogos que realizan pruebas del procesamiento auditivo, todos los encuestados incluían las tareas de escucha dicótica en su serie de pruebas (Emanuel, 2002).

El material acústico de una sola prueba dicótica se compone de consonantes oclusivas seguidas de la vocal /a/ (/pa, ta, ka, ba, da, ga/). Se presenta una de la sílabas a un oído y, simultáneamente, otra sílaba distinta al otro oído (Berlin, Lowe-Bell, Cullen, Thompson, & Loovis, 1973). La homogeneidad de los estímulos permite la alineación exacta de las señales presentadas de manera dicótica, mientras que la ausencia de significado minimiza su valor lingüístico, debiendo los oyentes atenerse a las características acústicas y fonéticas para su correcta identificación. Por lo general, se pide a los oyentes que repitan las dos sílabas oídas en cualquier orden (evocación libre). A esta tarea se le llama «Prueba dicótica de tipo consonante-vocal (CV)» (p. ej., Bellis, 2003; Chermak & Musiek, 1997; Mueller & Bright, 1994), «prueba de sílabas dicóticas sin sentido» (Noffsinger, Wilson, & Musiek, 1994), o normalmente, «prueba de Berlin». Como no todas las sílabas del tipo CV carecen de significado (p. ej. en español «tú»), en este proyecto se siguió la convención de Noffsinger y cols. (1994) y el procedimiento se denominó prueba de sílabas dicóticas sin sentido (DNST) para recalcar la naturaleza no lingüística de los estímulos.

Aunque está justificado seguir investigando las particularidades del funcionamiento de las diversas pruebas dicóticas, los estudios existentes sugieren que la DNST identifica los trastornos del procesamiento auditivo con una precisión igual, y probablemente mejor, que otras pruebas dicóticas que se utilizan habitualmente. Por ejemplo, Olsen (1983) descubrió que de 14 candidatos a una lobectomía temporal con puntuaciones bajas en la DNST, solo tres presentaban un rendimiento reducido en la prueba de palabras bisílabas foneticamete equiibradas en su modalidad escalonada (SSW, por sus siglas en inglés) antes de la cirugía y cinco después de la intervención. Mueller, Beck y Sedge (1987) utilizaron una batería de pruebas que incluía la DNST, la prueba de dígitos dicóticos y la prueba SSW para evaluar a más de 250 excombatientes con lesiones corticales. La DNST resultó ser superior en cuanto a la identificación de lesiones lobulares temporales. Chermak y Musiek (1997, pág. 118) publicaron un breve resumen de estos y otros resultados sobre la sensibilidad y especificidad de las pruebas de escucha dicótica.

A pesar de que se demostró el valor de la DNST en la evaluación del procesamiento auditivo, Emanuel (2002) comprobó que menos del 10% de los audiólogos lo usaban en su batería de pruebas para evaluar el procesamiento auditivo. En sus comentarios, Niccum, Rubens y Speaks (1981) destacan un factor que impide la aplicación clínica de la DNST: «La prueba de sílabas del tipo consonante-vocal, aunque es, potencialmente, la más sensible, tiene varios inconvenientes como herramienta clínica. Muchos de nuestros oyentes de referencia, así como la mayoría de nuestros pacientes, consideran la prueba de las sílabas del tipo consonante-vocal muy difícil y esa dificultad predispone contra la prueba» (pág. 533).

La dificultad de la prueba DNST puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, todos los estímulos de la prueba comparten la misma forma articulatoria. Son breves, de duración comparable y alineados con tal precisión que las presentaciones dicóticas son prácticamente «simultáneas», como suelen ser los materiales del habla. Como las sílabas no tienen significado, los oyentes no pueden utilizar ideas semánticas o contextuales para ayudar a su reconocimiento.

La naturaleza de las grabaciones de la DNST puede contribuir también a la dificultad de la prueba. En todas las grabaciones existentes (las cintas originales producidas en el Kresge Hearing Research Laboratory of the South de Nueva Orleans [Louisiana, EE. UU.] y las reproducciones en CD producidas por Auditec y el Departamento de Asuntos de Veteranos [VA] de los EE. UU.) los estímulos de la DNST se presentan en una secuencia continua con intervalos fijos entre estímulos. No hay una frase previa o distintiva (p. ej., «¿Preparado?» o «Número 10») para avisar al oyente de que la presentación del estímulo es inminente. En la experiencia del autor, la mayoría de los pacientes se adaptan rápidamente al ritmo de presentación de los estímulos y avanzan sin dificultad hasta el final de la DNST, pero muchos tienen dificultad para mantener la atención y dar las respuestas adecuadas de manera puntual.

La facilidad de administración es un aspecto importante para determinar si una prueba sirve para su aplicación clínica (Musiek & Chermak, 1994). Los retos que crea la relativamente difícil tarea de identificar dos sílabas sin sentido simultáneas complica la administración de la DNST. Algunos expertos recomiendan que se administren varios elementos del test para practicar antes de que empiece la prueba en sí (consúltese el manual de instrucciones de VA de 1992, pág. 19). Aún así, si un oyente tarda más de 5 segundos en meditar una respuesta, podría presentarse el siguiente par de estímulos de la secuencia de la prueba antes de que se haya registrado una respuesta a la presentación dicótica anterior. El administrador debe mantener una vigilancia constante de este tipo de comportamiento y estar listo para detener la grabación con rapidez. De lo contrario, si se pierde la coordinación entre la presentación del estímulo y la respuesta, es sumamente difícil retroceder hasta el punto en que se produjo el problema, ya que la única manera de encontrar la misma posición en la secuencia de estímulos es identificar las sílabas simultáneas en los canales derecho e izquierdo, siendo prácticamente imposible distinguir ambos canales al mismo tiempo cuando se escucha a través del único altavoz del monitor de un audiómetro. Por consiguiente, el administrador tiene que descartar los resultados parcialmente completados y empezar de nuevo desde el principio o abandonar por completo la realización de la prueba.

Además, la puntuación de la DNST es relativamente difícil. El oyente anota las respuestas en una hoja de respuestas o bien da respuestas verbales que el audiólogo que administra la prueba anota de forma manual. Como todas las respuestas se basan en un conjunto de seis sílabas sin sentido, la puntuación solo se puede realizar consultando una clave de respuestas, lo que puede llevar mucho tiempo, especialmente porque se suelen puntuar por separado las respuestas que corresponden a cada oído, debiendo el calificador reconstruir qué estímulo se transmitió a cada oído y en qué momento. Los errores de puntuación, especialmente la inversión entre oído izquierdo y derecho, no son raros ni siquiera para los expertos en la administración de la DNST.

El propósito de este proyecto era usar la informática para que a los pacientes les sea más fácil realizar adecuadamente la tarea de evocación libre de la DNST y a los audiólogos la administración y la correcta puntuación de los resultados de la prueba. Para ello, se desarrolló un programa informático que

  1. Administra los estímulos de la DNST en una secuencia controlada por el usuario, a su propio ritmo
  2. Proporciona al cliente una interfaz sencilla para recoger las respuestas del oyente;
  3. Comprueba que se efectúan las respuestas adecuadas antes de empezar a realizar la prueba;
  4. Califica las respuestas de manera automática;
  5. Guarda la información en un formato fácil de analizar y archivar.

Método

El programa informático se desarrolló utilizando Microsoft Visual Basic.Net (Microsoft, 2005). Se compiló en un formato ejecutable que es compatible con cualquier sistema operativo de Windows razonablemente actual. Debería funcionar en la mayoría de los ordenadores personales que tengan tarjeta de sonido. Existe un archivo que contiene el programa como contenido en línea complementario que acompaña a este artículo (disponible en http://aja.asha.org).

A continuación se ofrece una visión general de los módulos del programa.

Formulario principal. Este módulo ofrece al administrador la posibilidad de reproducir un tono de calibración a partir de un archivo informático y elegir la prueba dicótica que se va a administrar. La selección de la prueba inicia la carga de los estímulos en la memoria intermedia (búfer) de audio y abre un formulario de respuestas para el oyente. Se indica también al administrador que introduzca un nombre de archivo para guardar los resultados de la prueba.

El tono de calibración y los estímulos de la DNST son los que están grabados en el CD de VA (1992) (véase también Noffsinger et al., 1994). Se crearon archivos en formato wav individuales para cada uno de los 30 pares de estímulos de la prueba para facilitar el momento exacto de presentación del estímulo.

Formulario de respuesta. Este módulo ofrece al oyente un formulario que contiene casillas de comprobación para todas las alternativas de respuesta (el grupo de botones de respuesta) y un botón de «Inicio» (la barra de control de los estímulos) para iniciar la prueba. Una vez presentado un par de estímulos dicóticos, se indica al oyente que marque las dos casillas de respuesta que correspondan a los estímulos oídos. Se comprueban las respuestas y se solicita al oyente que se asegure de que ha marcado dos y solo dos casillas de respuesta. Hecho esto, el usuario pulsa la barra de control para grabar las respuestas e inicia la reproducción del siguiente par de estímulos.

Formulario final. Una vez terminada la prueba, este módulo puntúa los resultados y los guarda en una hoja de cálculo.

Protocolo de la DNST automatizado

Equipamiento

La Figura 1 representa una configuración típica del equipamiento en un conjunto de dos habitaciones insonorizadas. El autor de este artículo instaló el programa DNST en un ordenador portátil en la sala de control del administrador. La salida de sonido del ordenador se conectó a las entradas externas A y B de un audiómetro de diagnóstico de dos canales, lo que permitió al administrador realizar los ajustes de calibración correspondientes y fijar el nivel de administración de la prueba. Cabe señalar que en las pruebas audiológicas, la pista izquierda de la grabación estereofónica se conoce tradicionalmente como señal principal, mientras que la pista derecha es el estímulo secundario. Esta convención se sigue en el CD de VA (1992) y en la adaptación informatizada que se describe en este artículo. La salida de vídeo del ordenador se dirigió a un monitor externo visible para el oyente en la sala de la prueba. Se entregó al oyente un ratón (inalámbrico) que le permitía iniciar la presentación de los estímulos de la prueba y elegir la respuesta a cada presentación de estímulos.

Funcionamiento del programa

El formulario principal muestra tres menús desplegables. Uno inicia la salida de un tono de calibración de 100 Hz, otro inicia una prueba de práctica y el último aplica el algoritmo de la prueba. A continuación se describen estas funciones más detalladamente.

Calibrar. Cuando se selecciona esta opción del menú, se reproducen los datos de un archivo wav que representan un tono digitalizado de 1.000 Hz a través de la salida de la tarjeta de sonido del ordenador. Los ficheros del tono de calibración se crearon a partir del CD de VA (1992). La grabación reproduce primero una ráfaga de tonos de 300 ms, útil para comprobar la balística del medidor de unidades de volumen (UV, coloquialmente “vúmetro”), seguido de un tono sostenido con amplitud de pico adaptada a los picos de los estímulos de la DNST.

El menú desplegable ofrece al administrador tres opciones. Si se selecciona la primera, el tono de calibración se reproduce en ambos canales, derecho e izquierdo, de la salida estereofónica (Canales 1+2). Si se selecciona «Solo canal 1», el tono de calibración se reproduce solo a través del canal izquierdo y nada en el derecho. Si se selecciona «Solo canal 2» ocurre lo contrario. En cualquiera de los casos, el estímulo de calibración se reproduce continuamente hasta que el administrador selecciona un botón del cuadro de mensajes para detener la presentación, lo que permite todo el tiempo que sea necesario para poner a cero el medidor de UV del audiómetro en ambos canales. Las salidas monocanal permiten al administrador comprobar que los estímulos se canalizan de la forma adecuada (p. ej., el Canal 1 solo al oído derecho, y el Canal 2 al izquierdo).

Practicar. Esta opción del menú inicia un algoritmo que guía al oyente a través de cuatro administraciones de pares de sílabas dicóticas. En la Figura 2 se presentan capturas de pantalla de formularios de respuesta como ejemplo de las características de este algoritmo. La prueba práctica proporciona instrucciones al oyente sobre lo que debe escuchar (véase la Figura 2a) y cómo responder (véase la Figura 2b), y le anima a adivinar las respuestas adecuadas a esta difícil tarea de escucha (véase la Figura 2c).

Iniciar prueba. Como muestra la figura 3, este menú desplegable ofrece al administrador cuatro posibilidades de listas para la prueba. Hay 15 emparejamientos ortogonales de las sílabas de la prueba /pa, ta, ka, ba, da, ga/. Para garantizar que cada par de estímulos se presenta a cada oído de manera equilibrada, una prueba completa debe comprender al menos 30 pares de estímulos. En vista de la dificultad de esta tarea de escucha dicótica y de las puntuaciones relativamente bajas que suelen resultar, muchos optan por mejorar la fiabilidad de los cálculos del funcionamiento administrando dos listas de la prueba y calculando el porcentaje de identificación correcta de un total de 60 pares de sílabas. La prueba 1 del menú desplegable selecciona una secuencia de 30 pares de sílabas ordenados según la Aleatorización F de las grabaciones de la cinta original de la DNST (Berlin et al., 1973). La prueba 2 corresponde a la Aleatorización G de las grabaciones originales. La Prueba 3 es una secuencia de 60 pares de sílabas formadas por la combinación de la prueba 1 y la prueba 2 en series.

Si a una persona se le realiza varias veces la prueba con la misma lista de elementos, posiblemente la experiencia previa en la ordenación de los estímulos influirá en el resultado de las sucesivas pruebas. Para minimizar este posible inconveniente, el menú Iniciar Prueba ofrece al administrador otras dos opciones más en las que se extraen los pares de sílabas del conjunto de 30 alternativas (equilibradas) y los redistribuye en un nuevo orden aleatorio (es decir, aleatorización sin reposición). La aleatorización se determina en el momento de la ejecución, por lo que cada vez que se ejecuta la prueba se origina un nuevo ordenamiento de los elementos de la prueba. La prueba 4 proporciona una secuencia aleatoria de 30 elementos. La Prueba 5 inicia una distribución al azar de los 60 elementos de la prueba.

Una vez seleccionada una prueba del menú, se pide al administrador que introduzca un nombre de archivo para guardar los resultados de la prueba. Después de introducir el nombre del archivo, los archivos wav que representan los pares de estímulos se disponen en el orden adecuado y en cola para la salida, y el ordenador presenta la pantalla que se muestra en la figura 4a. Cuando el oyente está listo, hace clic en la barra verde grande de control de los estímulos «REPRODUCIR SONIDO» y se transmite el primer par de estímulos.

Tras la presentación del estímulo, la prueba se detiene y en la pantalla del ordenador aparece el formulario de respuesta que se muestra en la figura 4b. La barra de control del estímulo se vuelve roja y se insta al oyente a que «Elija Dos» respuestas del grupo de botones de respuesta «Pa, Ta, Ka, Ba, Da, Ga». Una vez elegida la primera respuesta, la barra de control de los estímulos se vuelve amarilla y se pide al oyente que «Elija una más» del grupo de botones de respuesta (véase la figura 4c). El oyente puede seleccionar o anular la selección de los botones de respuesta hasta que esté satisfecho con las opciones de respuesta. Una vez seleccionadas dos respuestas, se rehabilita la barra de control de estímulos y se pide al paciente que accione el botón «Reproducir el siguiente sonido». Cuando el oyente pulsa la barra de control de estímulos se inicia la secuencia estímulo-respuesta del siguiente par silábico de la lista.

 

 

Si un oyente elige más de dos alternativas del grupo de botones de respuesta «Pa, Ta, Ka, Ba, Da, Ga», la barra de control de los estímulos se vuelve roja y advierte «Se han elegido demasiadas». En este punto, el oyente puede anular la selección y/o cambiar todas las respuestas previas hasta que se decida por dos sílabas para grabarlas como respuesta. Este algoritmo de comprobación de la respuesta garantiza que se graban dos y solo dos respuestas en cada presentación de estímulos.

Este procedimiento constituye una tarea de respuesta libre porque el orden de grabación de la identificación de sílabas no está guiado ni limitado en modo alguno ni se dirige la atención al oído derecho o al izquierdo.

Terminación de la prueba. Una vez obtenidas las respuestas de todos estos elementos, la barra de estímulos-respuesta se deshabilita y aparece el mensaje «Terminado». El programa informático utiliza el nombre designado por el administrador al principio de la prueba para crear un archivo de texto delimitado por columnas y analiza y guarda los datos de respuesta automáticamente. Para el almacenamiento de los datos se utilizó un formato de archivo delimitado por columnas porque es fácil de importar a Microsoft Excel y a casi todas las hojas de cálculo o aplicaciones de análisis, lo que ofrece al usuario una gran flexibilidad.

En el archivo de datos hay seis columnas. Las dos primeras columnas son una relación de las sílabas que se presentan en los canales 1 y 2, respectivamente. Las dos columnas siguientes enumeran las dos sílabas seleccionadas por el oyente en respuesta al par de estímulos. Si el oyente identifica correctamente la sílaba del canal 1, se introduce un “1” en la columna 5. Las respuestas incorrectas quedan registradas con un “0”. Las puntuaciones para las sílabas del canal 2 se registran de igual manera en la última columna. Por último, se calcula por separado el número total de respuestas correctas y el porcentaje de respuestas correctas de los estímulos de los canales 1 y 2, y los resultados se guardan al final de las columnas 5 y 6, respectivamente.

Comprobación del funcionamiento del programa

La precisión de esta aplicación informática en la administración y puntuación de la DNST se comprobó realizando numerosas pseudopruebas en las que el creador, con conocimiento previo de las secuencias de estímulos programadas, simuló todos los patrones de respuesta posibles. El funcionamiento del programa, con la ordenación aleatoria de los estímulos, se analizó con especial cuidado para asegurar que se presentaban los 30 pares de estímulos posibles y que los estímulos realmente presentados se correspondían con la clave de respuesta correcta para que el test se puntuara correctamente. El programa funcionó perfectamente en todos los casos.

La DNST informatizada se utilizó como prueba en 10 oyentes adultos jóvenes con audición normal. Su funcionamiento fue comparable a los resultados publicados por los investigadores que utilizaron los estímulos de la DNST del CD de VA (1992) y las técnicas de administración de la prueba habituales (Lundeen, 2009).

Comentarios

El programa informático que se describe en este artículo se creó para facilitar la administración y puntuación de la DNST. Cuando se utilizan materiales previamente grabados para una prueba de audición, los administradores de la prueba deben tener mucho cuidado para que el ritmo de presentación de los estímulos se adapte a la rapidez con que responde el oyente. Cuando la velocidad de presentación es muy rápida, un oyente podría «perderse» elementos porque los estímulos se produjeron de manera inesperada. Si la velocidad de presentación es lenta el oyente puede distraerse. Este tipo de problemas puede invalidar los resultados de la prueba a no ser que el administrador sea capaz de compensar e idear rápidamente una estrategia para restaurar la coordinación estímulo-respuesta. La informatización de la administración de la prueba reduce estos problemas otorgando al oyente el control de la velocidad de presentación de los estímulos. Los administradores solo tienen que dar indicaciones al oyente, empezar la prueba y esperar hasta que esta esté terminada y puntuada.

La informatización también permite implementar algoritmos que obligan al oyente a responder de manera adecuada (es decir, dos y solo dos respuestas a cada par de estímulos), lo que elimina el problema de datos ausentes o inutilizables que a veces surge cuando se encarga al oyente que anote las respuestas en hojas de respuesta o cuando el administrador debe interpretar respuestas verbales dudosas o imprecisas.

Por último, la puntuación de manera informatizada proporciona resultados de la prueba precisos de manera casi inmediata y genera automáticamente una grabación electrónica de los datos de la prueba.

Conclusión

La DNST puede ser el procedimiento dicótico más sensible para los trastornos del lóbulo temporal, aunque se usa con poca frecuencia en las pruebas del procesamiento auditivo. La informatización facilita la administración de la prueba DNST, garantiza la precisión en la puntuación de la prueba y simplifica el análisis y archivo de los resultados. Estas mejoras pueden aumentar la utilidad de la DNST para los médicos. Se requiere más investigación para establecer los datos normativos para esta versión de la DNST.

Agradecimientos

Quiero agradecer a Richard H. Wilson, Senior Research Career Scientist del Centro Médico de VA de Mountain Home (Tennessee, EE. UU.) su inestimable colaboración facilitando el tono de calibración y los archivos wav de estímulos de la prueba utilizados en este proyecto. Paul Brown ayudó a desarrollar y depurar el código informático y merece un agradecimiento especial.

Bibliografía

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Emanuel, D. C. (2002). The auditory processing battery: Survey of common practices. Journal of the American Academy of Audiology, 113, 93–117.

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Traducido con autorización del artículo «Administración y puntuación informatizadas de la prueba dicótica de sílabas sin sentido», por Conrad Lundeen (American Journal of Audiology, vol. 20, 3-8, junio 2011, http://aja.pubs.asha.org/journal.aspx). Este material ha sido originalmente desarrollado y es propiedad de la American Speech-Language-Hearing Association, Rockville, MD, U.S.A., www.asha.org. Todos los derechos reservados. La calidad y precisión de la traducción es únicamente responsabilidad de CLAVE.

La American Speech-Language-Hearing Association (ASHA) no justifica o garantiza la precisión, la totalidad, la disponibilidad, el uso comercial, la adecuación a un objetivo particular o que no se infringe el contenido de este artículo y renuncia a cualquier responsabilidad directa o indirecta, especial, incidental, punitiva o daños consecuentes que puedan surgir del uso o de la imposibilidad de usar el contenido de este artículo.

Translated, with permission, from «Computerized Administration and Scoring of the Dichotic Nonsene Syllable Test» by Conrad Lundeen (American Journal of Audiology, vol. 20, 3-8, junio 2011, http://aja.pubs.asha.org/journal.aspx). This material was originally developed and is copyrighted by the American Speech-Language-Hearing Association, Rockville, MD, U.S.A., www.asha.org. All rights are reserved. Accuracy and appropriateness of the translation are the sole responsibility of CLAVE.

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Los audiólogos educativos facilitan el acceso a la comunicación

Tena McNamara, AuD, CCC-A/SLP, profesora asistente de trastornos y ciencias de la comunicación en la Eastern Illinois University, presidenta de la EAA y miembro del Grupo de interés especial 9, Audición y trastornos de la audición en la infancia.

 

Michael Macione, MA, CCC-A, médico del Intermediate School District del condado de Jackson (Michigan) y presidente electo de la EAA.

La ASHA (Asociación Americana del Habla, el Lenguaje y la Audición) y sus miembros promueven y atienden las necesidades de aproximadamente 28 millones de estadounidenses que presentan problemas de audición. Muchos de ellos son niños que reciben servicios de audiología en los centros escolares por parte de los audiólogos educativos. Estos profesionales suelen tener una amplia experiencia con la población pediátrica y un conocimiento exhaustivo de los efectos que la pérdida auditiva y los trastornos del procesamiento auditivo (central) pueden tener en la comunicación, el desempeño académico y el desarrollo psicosocial.

Los niños con hipoacusia o trastornos del procesamiento auditivo pueden considerarse malos estudiantes o sentirse aislados y señalados. A menudo, el personal escolar percibe la frustración, el cansancio y la ira de los alumnos, pero no siempre reconocen que estas conductas son resultado de la hipoacusia o de los trastornos del procesamiento auditivo.

La audiología educativa es la práctica de la audiología que se centra en el apoyo a los alumnos con dificultades de audición en un entorno educativo (Asociación de Audiólogos Educativos, AAE mayo de 2009). La audiología educativa no requiere ninguna titulación o certificación específica (aparte de un doctorado académico o un doctorado en audiología). Al igual que la audiología pediátrica o la audiología industrial, el término se refiere a una categoría de servicios relacionados con una población determinada y refleja la labor que realiza un audiólogo, en lugar de un plan de estudios específico o un programa de estudios especializado. (Sin embargo, en algunos estados, se requiere una titulación específica para trabajar en centros de enseñanza). Un audiólogo educativo está claramente capacitado y cuenta con experiencia en facilitar asistencia auditiva y acústica a los alumnos en un entorno educativo (AAE, mayo de 2009).

Fundamentalmente, un audiólogo educativo se centra en los déficits de audición, escucha y procesamiento auditivo que pueden influir en el éxito académico, las aptitudes de comunicación y el bienestar psicosocial de un niño (AAE, septiembre de 2009).

En ausencia de requisitos explícitos de titulación o certificación, ¿qué es lo que califica a un profesional como un audiólogo educativo? Al igual que sucede en todas las áreas especializadas de la audiología, los audiólogos educativos deben cumplir y respetar las directrices profesionales y éticas descritas por la ASHA, la Academia Americana de Audiología (AAA) y/o los colegios profesionales estatales (AAA, 2011; ASHA, 2010). Sin embargo, la AAE (Asociación de Audiólogos Educativos) recomienda un conjunto de normas de práctica profesional que describen las aptitudes y competencias de los audiólogos que trabajan en entornos educativos. Los audiólogos educativos deben asumir la responsabilidad de adquirir los conocimientos y las aptitudes necesarias para ser competentes en un entorno educativo.

Los conocimientos y aptitudes específicos que debe tener un audiólogo educativo se describen en los documentos School-Based Audiology Advocacy Series de la AAE (septiembre de 2009). Un audiólogo educativo debe:

  • Conocer a la perfección la legislación relativa a las necesidades auditivas de los alumnos con edades comprendidas entre 0 y 21 años.
  • Estar familiarizado con las normas y políticas de las jurisdicciones locales y de la institución educativa donde presta sus servicios.
  • Ser competente en la recopilación, evaluación e interpretación de información relacionada con los efectos de la hipoacusia y las dificultades de audición en el desarrollo académico y psicosocial de los alumnos. Esta competencia incluye la formulación de recomendaciones apropiadas para la planificación de programas, las adaptaciones en el aula y el apoyo tecnológico, que incluye conocimientos y aptitudes específicos en las áreas de amplificación/FM, acústica del aula, implantes cocleares, entrenamiento auditivo, lectura labial y conservación de la audición.

Funciones y responsabilidades

Las directrices recomendadas en relación con las funciones y responsabilidades de los audiólogos educativos se corresponden con estas aptitudes (ASHA, 2002; AAE, mayo de 2009). Es habitual que los audiólogos educativos formen parte del equipo profesional multidisciplinario que trabaja para hacer frente a las necesidades auditivas de los niños y alumnos con edades comprendidas entre 0 y 21 años. Como miembro de este equipo, un audiólogo educativo puede asumir la función de gestor de casos, consultor o intervenir directo. Gracias a su formación especializada, puede ofrecer una información valiosa para el desarrollo del Plan Educativo Individualizado (equivalente al DIAC) o el Plan Personalizado de Servicios para la Familia (plan para la prestación de servicios de atención temprana), además de desarrollar recomendaciones para intérpretes y traductores, ayudar en la planificación de la transición y realizar derivaciones a otros organismos, clínicas o médicos.

Entre las responsabilidades de un audiólogo educativo se pueden incluir los servicios de diagnóstico destinados a evaluar la audición y el procesamiento auditivo, la selección y la adaptación de la tecnología de amplificación y productos auditivos de apoyo. Las evaluaciones audiológicas van más allá de las pruebas en cabina ya que incorporan mediciones de la acústica en el aula y la evaluación de los sistemas de megafonía en el aula. En esta categoría se puede incluir también la administración de protocolos de medición que documentan el avance de los alumnos en relación con los programas de intervención.

Los audiólogos educativos pueden además prestar servicios de intervención directa. Su experiencia en rehabilitación audiológica (RA), por ejemplo, permite que sean unos proveedores eficaces de servicios de RA, especialmente cuando trabajan conjuntamente con logopedas y profesores. Otros servicios directos pueden ser la formación de los alumnos, sus padres y el personal escolar en una variedad de temas, que incluyen el mantenimiento y la utilización de los dispositivos de amplificación, las estrategias para mejorar la comunicación, la explicación de la pérdida auditiva y la manera de prevenirla.

Adicionalmente, los servicios pueden incluir la calibración y el mantenimiento de los equipos audiológicos, el asesoramiento a los alumnos y padres acerca de la pérdida auditiva y sus efectos psicosociales, la supervisión o la colaboración en un programa de detección de problemas de audición e intervención en una fase temprana, así como actuar como recurso educativo sobre las leyes que afectan a los alumnos con necesidades auditivas.

La necesidad de disponer de audiólogos educativos

En estos tiempos de reformas educativas y limitaciones presupuestarias, es imprescindible que todos los programas escolares estén justificados y se demuestren sus efectos positivos en el desempeño académico de los alumnos. No existe ninguna duda acerca de los efectos que las dificultades auditivas tienen en el desarrollo del habla, el lenguaje y las aptitudes intelectuales. Por lo tanto, los servicios de audiología educativa son fundamentales en el éxito académico de los alumnos con déficits de audición.

La AAE destaca 16 razones importantes para que los centros de enseñanza dispongan de un audiólogo educativo (AAE, 2011):

  • Realizar evaluaciones auditivas globales y educativamente pertinentes, además de facilitar recomendaciones para mejorar el acceso a la comunicación y la audición.
  • Facilitar formación sobre la audición, la pérdida auditiva y otros trastornos auditivos al personal escolar, los alumnos y los padres, con el fin de que puedan comprender el impacto que las discapacidad auditiva tiene en el lenguaje, el aprendizaje, la alfabetización y el desarrollo social.
  • Evaluar y facilitar recomendaciones sobre el uso de audífonos, implantes cocleares, implantes osteointegrados y productos de apoyo en el aula.
  • Garantizar el ajuste y el funcionamiento apropiados de audífonos, implantes cocleares, implantes osteointegrados y productos de apoyo para tener acceso a la información auditiva.
  • Explicar los resultados de la evaluación audiológica al personal escolar.
  • Colaborar con los centros de enseñanza, los padres, los profesores, el personal de apoyo y los organismos y profesionales relevantes con el fin de garantizar la prestación de los servicios apropiados.
  • Medir el ruido del aula, evaluar la acústica y facilitar recomendaciones para mejorar el las condiciones acústicas en el aula.
  • Colaborar en las decisiones de implementación de los programas y realizar recomendaciones específicas para abordar las necesidades de escucha y comunicación.
  • Realizar las derivaciones médicas, educativas y sociales pertinentes.
  • Coordinar los programas de cribado auditivo y revisión auditiva destinados a alumnos en edad preescolar y escolar, procurando que se respeten los estándares profesionales y que el personal encargado del cribado y del seguimiento cuente con la formación requerida.
  • Facilitar programas de lectura labial, escucha, entrenamiento auditivo, estrategias de comunicación y utilización y mantenimiento de los dispositivos de amplificación (incluidos audífonos, implantes cocleares y productos de apoyo).
  • Gestionar la utilización y la calibración de los equipos audiométricos.
  • Administrar pruebas pertinentes para medir la función del procesamiento auditivo (central) y realizar las recomendaciones educativas apropiadas.
  • Formular recomendaciones relativas a los productos de apoyo en la vida diaria (radio, teléfono, mensajería, alertas, etc.) para los alumnos con problemas de audición y escucha.
  • Colaborar con los alumnos, los profesores y los padres para facilitar una mayor comprensión de los efectos de la exposición al ruido y la prevención de la pérdida de audición.
  • Servir de guías en la comunidad y colaborar con los organismos públicos para incrementar la sensibilización sobre la audición y la pérdida auditiva, además de garantizar que se identifica y evalúa con presteza a todos los niños y jóvenes que presentan problemas auditivos, ofreciéndoles los recursos y los servicios de intervención adecuados.

El conocimiento profesional de un audiólogo educativo es crucial para abordar las necesidades de audición y escucha de los alumnos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los audiólogos que trabajan en un entorno educativo pueden prestar sus servicios a un colectivo numeroso. Por ejemplo, la AAE (mayo de 2009) y ASHA (2002) recomiendan que, en un distrito educativo, un audiólogo educativo a tiempo completo atienda a 10.000 alumnos. Debido a este gran número de casos, los audiólogos deben desarrollar sistemas apropiados de colaboración con logopedas, profesores de apoyo y otros profesionales relacionados, con el fin de prestar servicios de calidad y hacer frente a las necesidades educativas de los alumnos con diferentes déficits auditivos.

 

Bibliografía

American Academy of Audiology (2011). Código de ética. Disponible en www.audiology.org/resources/documentlibrary/Pages/codeofethics.aspx.

American Speech-Language-Hearing Association (2010). Código de ética [Ética]. Disponible en www.asha.org/policy.

Educational Audiology Association (septiembre de 2009). School-based audiology advocacy series: School-based audiology services. Disponible en www.edaud.org.

Educational Audiology Association (mayo de 2009). Recommended professional practices for educational audiology. Disponible en www.edaud.org.

 

Este artículo se publicó en The ASHA Leader, Agosto de 2011, vol. 16, 28-29.

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