Invierno 2013- 2014 – número 2

CLARKE

- ¿Tiene el alumno con pérdida auditiva acceso a las asambleas escolares?
- Lecciones de alumno de Tercero
- Vamos a hablar...con

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¿Tiene el alumno con pérdida auditiva acceso a las asambleas escolares?

Las asambleas escolares aportan un cambio positivo en la rutina diaria y la oportunidad de experimentar algo nuevo. Las asambleas sirven para numerosos fines, ya que informan, entretienen, conectan a los alumnos de los diferentes cursos y desarrollan el espíritu escolar, entre otros. Sin embargo, en el caso de los alumnos con sordera o problemas de audición, las asambleas presentan unas condiciones de escucha especialmente difíciles. Cuando se reúne un gran número de personas en auditorios, gimnasios y otros lugares similares, aumentan la distancia a la que se encuentran los altavoces, la reverberación y el ruido de fondo. En el caso de algunos alumnos, un orador o un tema desconocidos pueden también dificultar la capacidad de seguir el desarrollo del evento. Al abordar estas áreas con antelación, podemos ayudar a nuestros alumnos con pérdida auditiva a disfrutar y aprender de las asambleas junto con sus compañeros.

Si bien cada situación presenta unos retos ligeramente diferentes dependiendo del entorno y la finalidad, las estrategias que se proponen a continuación pueden incrementar el acceso y la comprensión de estos alumnos con independencia del curso que realicen. Ninguna de estas sugerencias es mutuamente excluyente. Por lo general, una combinación de estrategias ofrece el acceso más completo.

Asientos preferentes

Incluso en el caso de un alumno que adquiere información principalmente a través de la audición, el acceso a la información visual representa una ayuda importante en entornos espaciosos y ruidosos. Por lo tanto, los asientos preferentes son un modo de acomodación esencial. La asignación de un asiento en la primera fila no suele representar ningún problema en el caso de un niño pequeño, pero conviene no olvidar la importancia de reservar también asientos para su grupo. A medida que los alumnos crecen y aumenta su estatura, se les suelen asignar asientos en filas más alejadas del escenario, de manera que no obstruyan el campo de visión de los alumnos más jóvenes. No suele ser una buena idea sugerir a un alumno mayor que se siente en las primeras filas, apartado de la clase, ya que se le separará de sus compañeros y se llamará la atención sobre la pérdida auditiva. Como alternativa, se sugiere considerar la posibilidad de crear un “sistema de amigos”. En los centros escolares en los que existen varios alumnos con pérdida auditiva, se podría reservar una sección de asientos para cada uno de ellos y su grupo de amigos con audición normal. Cuando solo existe un alumno con pérdida auditiva, una buena opción es permitir que el alumno y un pequeño grupo de amigos se sienten juntos. La reserva de asientos cerca del escenario y en los laterales evita que los alumnos mayores obstruyan el campo de visión de los más jóvenes.

Uso del sistema de FM personal

Los sistemas de FM personales están diseñados para contrarrestar los efectos del ruido de fondo, la reverberación (el rebote del sonido en las superficies duras) y la distancia de los altavoces. En las asambleas, todas estas condiciones están presentes y, con frecuencia, en un grado mayor que el experimentado por el alumno en el aula. A los alumnos habituados a utilizar un sistema de FM personal en el aula se les debe animar a que lo utilicen también en las asambleas. El sistema general de altavoces no es eficaz debido a que el sonido se pierde en el espacio y no se mejora la claridad.

Una preocupación común es que el sistema de FM aumentará el sonido en exceso en un entorno ruidoso. Sin embargo, es preciso señalar que los audífonos y los implantes cocleares tienen un límite de amplificación del sonido. Las entradas del sistema de FM no se amplifican por encima de este límite. Los alumnos con pérdida auditiva tienen una mayor dificultad para separar el discurso del ruido de fondo. El sistema de FM ayuda a que la voz del orador se perciba de una forma más cercana y alta que el ruido de fondo. Lo que no hace es aumentar en exceso el volumen de la voz del orador ni amplificar el ruido de fondo.

Suele ser de gran utilidad que una persona determinada se encargue de la colocación del transmisor de FM y la sincronización de los diversos sistemas, según sea necesario, en todas las asambleas. Lo idóneo es que la persona esté formada y se sienta cómoda con el equipo, además de no tener la responsabilidad de toda una clase en estas circunstancias. Por ejemplo, se podría establecer una rutina en la que el logopeda reúna a los alumnos con pérdida auditiva y a sus amigos, los acompañe a los asientos asignados, sincronice los sistemas de FM y coloque el transmisor en el escenario antes de que llegue el resto de las clases. Con este tipo de rutina se consigue que siempre que haya una persona que reúna a los alumnos y prepare los sistemas de FM.

Lo más complicado en la utilización del sistema de FM personal en las asambleas reside en la colocación del transmisor. A continuación, se facilitan algunas sugerencias:

• Cuando exista más de un alumno que utilice un sistema de FM, se deberán sincronizar todos los sistemas en el mismo canal. De esta manera, solo se necesitará un transmisor. El sistema de FM de cada alumno se deberá programar de manera que el canal común esté disponible para ser utilizado en las reuniones o asambleas. La sincronización de los sistemas de FM antes del inicio de la asamblea (en un pasillo tranquilo, un aula vacía o el auditorio antes de que empiecen a llegar los asistentes) ayuda a evitar confusiones, atrae menos la atención y permite disponer de más tiempo para la solución de posibles problemas.
• Se deberá enseñar a los presentadores y oradores la manera de utilizar el transmisor/micrófono de FM y pedirles que lo pasen al siguiente orador una vez finalizado su turno.
• Otra opción es encontrar una manera de conectar el transmisor/micrófono de FM al micrófono del sistema de sonido general. De esta manera, se elimina la necesidad de que el transmisor se deba pasar de una persona a otra. En la fotografía tenemos que hacerla, el transmisor de FM está enganchado a una regla y ésta con el micrófono general mediante cintas de goma elástica. El micrófono de solapa de FM está sujeto en la parte superior de la regla.


• Otra alternativa bastante menos eficaz, pero que algunos alumnos prefieren cuando en una asamblea participan varios oradores y existe mucho movimiento, es colocar el transmisor/micrófono de FM junto al altavoz general. No resulta de utilidad para todos, pero supone una ventaja frente a la alternativa de no utilizar ningún sistema de FM.
• No se debe conectar el transmisor de FM directamente en el sistema de sonido general sin la ayuda de un audiólogo. Un audiólogo deberá confirmar que el alumno con pérdida auditiva recibe la salida adecuada del sistema de sonido ya que, de lo contrario, podría llegar a sus oídos un sonido demasiado alto o bajo.

Además, nuestros profesores sugieren que se experimente con el sistema de FM con antelación. En un colegio en el que varios alumnos utilizan sistemas de FM, algunos informaron de que escuchaban con estática hearing static preguntar a javier en las asambleas. La profesora de sordos y la logopeda pudieron solucionar el problema escuchando a través del sistema de FM cuando el gimnasio estaba desocupado. El logopeda se situó en el escenario y hablaba a través del micrófono de FM mientras que la profesora de audición caminaba por la zona de asientos, escuchando con uno de los audífonos del alumno con el receptor de FM enganchado. Se dio cuenta de que, cuando se desplazaba fuera de una zona designada, escuchaba con estática. De esta manera, se pudo determinar el lugar en el que se deberían sentar los alumnos con pérdida auditiva. Si bien se trata de un problema que no sucede a menudo, merece la pena tenerlo en cuenta.

Reducción del ruido de fondo

El ruido de fondo es más difícil de combatir cuando varias clases se reúnen en un mismo espacio. Hay que destacar la gran importancia de mantener reglas básicas en la comunicación (mantenerse en silencio mientras habla el orador, levantar la mano cuando se desea plantear una pregunta en lugar de gritar, etc.). Algunas ideas creativas pueden dar lugar a otros ajustes que supondrán una diferencia en el nivel global de ruido. Por ejemplo, se puede considerar la posibilidad de que los alumnos chasqueen los dedos en lugar de aplaudir.

Ayudas visuales e impresas

Si bien el sistema de FM personal es de gran ayuda, no es ninguna garantía de que el alumno pueda escuchar y entender todo lo que se dice en el escenario. Además, no todos los alumnos utilizan un sistema de FM personal. De la misma manera que el material visual e impreso es útil en el aula, también lo es en las asambleas. Considerando con antelación la edad del alumno, la finalidad de la asamblea y la información que se supone que deben adquirir los alumnos, este material de apoyo puede incluir programas sencillos, copias del guión de una representación, letras de canciones o textos de los discursos de los alumnos, borradores de oradores invitados o presentaciones en PowerPoint, vídeos con subtítulos y apuntes que se encargue de tomar un compañero o un adulto. En algunos casos, la visualización del texto en una pantalla grande que puedan ver todos los asistentes resulta una buena opción, ya que sirve de ayuda general y no sólo para los alumnos con pérdida auditiva. Otras veces, las copias impresas resultan útiles en una asamblea, así como en la revisión preliminar y el seguimiento con el alumno.

Revisión preliminar y seguimiento

En ocasiones, una asamblea será sencilla y requerirá una preparación mínima. No obstante, es importante confirmar su comprensión con el alumno. En una reunión semanal de todo el colegio se dispondrá de un programa predecible de anuncios y actividades de participación de los asistentes, pero debemos cerciorarnos de que el alumno ha entendido los pasos necesarios. De lo contrario, nos exponemos a que el alumno pierda oportunidades en las que podría participar de una manera significativa, viéndose obligado a imitar la conducta de otros alumnos en lugar de seguir adecuadamente la actividad.

Cuando una asamblea esté más orientada al contenido, una revisión preliminar puede ser de gran ayuda para el alumno con pérdida auditiva. Un adulto determinado podrá facilitar información al alumno en relación con el tema principal de la asamblea o el guión que se representará en el escenario.

De la misma manera, es importante comprobar la comprensión del alumno después de la asamblea. ¿Puede responder el alumno a preguntas concretas con la misma precisión que sus compañeros con audición normal? ¿Entendió el alumno lo esencial de la presentación, pero se perdió algunos datos que repercutirán en su capacidad de participar en un debate en clase o aprobar una evaluación relacionada con la presentación? Este seguimiento sirve para identificar, complementar o aclarar información que se perdió o malinterpretó.

Protocolos del centro escolar

Además de preparar al alumno, un enfoque proactivo crea una cultura escolar que es sensible a las necesidades de todos los alumnos y extiende esta toma de conciencia a los oradores invitados. Las responsabilidades de la organización o la gestión de una asamblea varían, por lo que es posible que el profesor encargado no trabaje directamente con el alumno o los alumnos con pérdida auditiva. Los gestores escolares pueden tomar la iniciativa estableciendo expectativas aplicables a todo el centro:

• Cuando se invite a un orador, se deberá informarle de que entre el público habrá alumnos con pérdida auditiva y explicarle algunas estrategias básicas que servirán de ayuda a estos alumnos. Informen al orador de que se le pedirá que utilice un sistema de FM con el fin de facilitar que los alumnos con pérdida auditiva le escuchen mejor.
• Soliciten al orador (o al personal escolar o los alumnos que se encarguen de la asamblea) que faciliten de antemano información sobre el tema y la estructura de su presentación. De esta manera, los profesores podrán preparar sus clases en general y un adulto determinado podrá repasar en detalle previamente la información con el alumno con pérdida auditiva, según sea necesario.
• Cuando se permita que la audiencia formule preguntas o comentarios, los alumnos deberán dirigirse al escenario y hablar a través del micrófono de FM, o el presentador deberá repetir o resumir la pregunta o el comentario formulado antes de responder. En el caso de un alumno que no utilice el sistema de FM, un amigo o un adulto concreto deberá situarse a su lado y estar preparado para repetir el contenido según sea necesario.
• Los mismos pasos se deberán seguir en eventos similares fuera del entorno escolar. Se deberán solicitar con antelación asientos preferentes para el grupo. Dependiendo del formato, puede resultar apropiado que el orador se coloque el transmisor/micrófono de FM. También puede ser conveniente que un adulto o un compañero tome los apuntes necesarios.

Sentido de pertenencia

¿Por qué habría que prestar tanta atención a las asambleas escolares? Podría parecer injustificado, teniendo en cuenta que las asambleas son eventos ocasionales y no siempre están vinculadas a temas académicos. Sin embargo, son un elemento de la experiencia escolar global a la que todos los alumnos tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad. La capacidad de comprender, apreciar y participar en estas actividades refuerza el sentido de pertenencia del alumnado a la comunidad escolar. Si no se presta la debida atención al acceso a la comunicación, es bastante probable que un alumno con pérdida auditiva adquiera únicamente una idea vaga de una presentación, lo que puede potenciar los sentimientos de aislamiento en lugar de pertenencia. A través de un enfoque proactivo y de colaboración se consigue que el apoyo facilitado antes, durante y después de la asamblea se adapte a las necesidades de cada alumno y a la estructura y la finalidad de cada asamblea.

Lecciones de un alumno de tercero

Cuando observamos a alumnos que utilizan de una manera excelente sus sistemas de FM, no tenemos duda de que una tecnología adecuada y una supervisión audiológica meticulosa forman parte de la ecuación. No obstante, sabemos que estos factores por sí solos no garantizan el éxito. Es necesario el compromiso del alumno, los padres y el equipo escolar. El alumno debe ser paciente hasta que se establezcan rutinas que le resulten cómodas. Los profesores y el personal de apoyo deben están dispuestos a dedicar más tiempo a conocer el sistema y el impacto que la pérdida auditiva tiene en el alumno. Debe existir un equipo de personas que plantean preguntas, comparten información y se apoyan mutuamente cuando todo marcha bien y cuando surgen problemas en el camino. El éxito depende de la tecnología y las relaciones.

Wil, un alumno competente de tercer curso y su equipo, ejemplifican esta combinación de tecnología y colaboración. Este año dispone de un nuevo sistema de FM* que incluye un micrófono portátil, además del transmisor/micrófono del profesor. Esta opción representa una diferencia significativa en el acceso a sus compañeros. En las conversaciones que mantuve con Wil, su profesor y su logopeda sobre la adaptación a este nuevo sistema, subrayaron no solo las ventajas del sistema, sino también que el trabajo en equipo lo convierte en un elemento natural del aula.

Múltiples ventajas

Cuando llegó el momento de adquirir un nuevo sistema de FM, el equipo de Wil tuvo en cuenta las necesidades para los debates en clase, debates que se potenciarían a medida que el alumno fuera pasando de curso. Un sistema que cuenta con la opción de un segundo micrófono ha demostrado ser una buena elección. “El año pasado, cuando pasaba el micrófono [a otros alumnos] y la profesora decía algo cuando un alumno estaba hablando, me era imposible escucharle. Ahora, siempre escucho lo que dice la Sra. Rivest porque sigue teniendo su micrófono. Si alguien más está hablando, el otro micrófono lo capta”, explicaba Wil.

Opina que el micrófono adicional es útil en varias actividades, como cuando toman turnos para leer en voz alta o en las reuniones de la mañana cuando la clase se sienta en un círculo. “En la ronda de comentarios, todos decimos algo sobre lo que hemos hecho en el fin de semana. Es más fácil pasar el micrófono. Los cables no se enredan y es más fácil de sujetar”.

Mary Rivest, la profesora de Wil, y Erica Bell, su logopeda, aprecian las numerosas ventajas del micrófono portátil. “Puede escuchar a sus compañeros directamente, sin que yo tenga que repetir lo que dicen, y se está poniendo rápidamente al día”, opinaba Mary.

Erica añadía: “Lo recomiendo por su gran sencillez. Le permite tener un acceso más fácil a distintos oradores y el profesor no tiene que quitarse el transmisor, que puede ser bastante engorroso… [En el antiguo sistema] el micrófono estaba en el lado del transmisor y, con frecuencia, los alumnos lo tapaban con la mano. Funcionaba, pero no era tan cómodo. ¡La verdad es que el [nuevo] micrófono es bastante divertido! Se parece al micrófono de American Idol. Les resulta familiar y más fácil de sujetar”.

Además de la diversión, aprecia las ventajas que tiene también para los compañeros de Wil. “Les anima a hablar más despacio y a pensar en lo que dicen y la manera en que lo dicen. La profesora de Wil juega un papel importantísimo en conseguir que los niños hablen de uno en uno”, explicaba Erica.

Mary describe que, en un principio, Wil trataba de enseñar a todos sus compañeros a utilizarlo, pero que ahora le gusta sujetarlo cuando le llega el turno como un alumno más. “Se ha convertido en un elemento natural”, señalaba Mary. “El micrófono se pasa a todo el mundo. No sé lo que haríamos sin él”.

Formación y solución de problemas en equipo

El sistema de FM no se convirtió en un elemento natural de la clase por casualidad. Cuando escuchaba a Wil, Mary y Erica, me vino a la memoria el proverbio chino: “Si me lo cuentas, lo olvidaré; si me lo demuestras, es posible que lo recuerde; déjame participar y lo comprenderé”. Todos los miembros del equipo, incluido Wil, se han involucrado en el proceso al cien por cien, empezando por el cursillo de formación en el que participaron antes del inicio del curso escolar. La participación de Wil en este cursillo para que pudiera aprender los pormenores del nuevo sistema es un enfoque respaldado por su profesora. “Yo me voy a quedar aquí, mientras que él pasará de curso. Debe ser el que mejor conozca el sistema”, apuntaba Mary.

Tanto Erica como Mary subrayaban que la formación ayuda también a los profesores a entender hasta qué punto el sistema de FM ayuda a un alumno, de manera que se pueda poner en práctica un plan que aborde los problemas de forma proactiva. Mary sabe que, si un día el sistema de FM no funciona, debe enseñar a Wil de una manera diferente. En su aula, ésta es la manera en que todos se ayudan mutuamente. Si el equipo de Wil no funciona, le hacen un sitio más cerca de la profesora que, por su parte, habla más alto y despacio, y comprueba con mayor frecuencia si Wil es capaz de oír tanto como sea posible.

Si bien Erica ha trabajado con Wil varios años, aprecia la oportunidad de asistir a todas las sesiones de formación. “La tecnología siempre es diferente, hay cosas que desconozco o debo actualizar”, comentaba. Debido a que desempeña un papel crucial en los controles de escucha diaria y en la solución de problemas, Erica necesitaba conocer a fondo este equipo nuevo. “No tengan miedo al sistema”, sugiere a los logopedas con responsabilidades similares. “No tengo ninguna inclinación tecnológica y aprendo mejor cuando puedo experimentar. No hay que tener miedo a probar, ¡no se va a incendiar!”.

Además de la formación inicial, el equipo de Wil cuenta con el apoyo continuo de Clarke Mainstream Services y el Clarke Hearing Center. Erica piensa que disponer de un recurso de confianza tan a mano es también un importante factor que contribuye a lograr el éxito. Cuando ellos no pueden resolver un problema, el siguiente nivel de apoyo es su audiólogo. La proximidad de Clarke, combinada con la notificación rápida y fiable de Wil, ayuda a minimizar el “tiempo de inactividad”.

Tal vez por divina casualidad, Wil y Erica experimentaron un problema con su transmisor durante nuestra entrevista. Se encendía, pero no respondía a las órdenes. Erica localizó un documento facilitado por el audiólogo de Clarke, en el que se enumeraban los problemas, las posibles causas y las soluciones que había que probar. Fueron capaces de restablecer el transmisor y conseguir que funcionase de nuevo. Como se trataba de un problema que no les había surgido con anterioridad, Wil sugirió que se hiciese una fotocopia del documento de solución de problemas para tenerlo también en el aula.

“Parte de la razón de que todo funcione tan bien se debe a lo cómodo que se siente con el sistema y a su disposición a probar soluciones. Forma totalmente parte del equipo cuando necesitamos solucionar un problema”, comentaba Erica, añadiendo que Wil había propuesto sugerencias que no formaban parte de sus opciones preferentes pero que habían servido para resolver un problema.

Defensa de los propios intereses

Wil desempeñó un papel clave en enseñar a otras personas la manera de utilizar el nuevo sistema de FM. “Ayudé diciéndole [a la Sra. Rivest] que debía cerciorarse de que la pequeña pieza del micrófono que se ajusta como un clip debía estar todos los días en el mismo lugar sin que la tapase su camisa o su pañuelo u otro objeto que pudiera rozarla”, explicaba. “En el caso del micrófono portátil, pensé que lo más sencillo era decir que debían mantenerlo cerca de la boca y hacia arriba, no hacia abajo. Se tardó un tiempo hasta que todo el mundo se acostumbró. Normalmente, solo tengo que decir cómo sujetarlo. A veces, me preguntan la manera de sujetarlo, la distancia que se debe mantener o si está funcionando”.

Mary ha aprendido la importancia de tener en cuenta las señales de Wil. “Es un niño al que no le puedes dejar esperando. Cuando se te acerca y se queda parado es que tiene que decirte algo”, comentaba. Por ejemplo, recordar a la profesora que silencie el micrófono, de manera que él pueda centrarse en algún trabajo independiente.

“Wil no tiene miedo de expresarse”, apuntaba Erica. “Defiende sus derechos ante los profesores y los compañeros de manera habitual. En un tono calmado y diplomático dirá: “¿Puedes repetirlo de nuevo?” o “No he escuchado esto último”.

Cuando se le preguntó acerca de su responsabilidad sobre el sistema, Wil explicaba: “Lo enchufo todos los días y lo pongo en marcha… La mayoría de las veces [cuando existe un problema] se suele deber a que los receptores no están conectados. Conozco la manera de utilizar el menú [en el transmisor] y conectarlos”.

Gracias a las oportunidades que tienen Erica y Wil de mantener reuniones individuales, pueden poner en práctica soluciones de problemas y profundizar en lo que funciona y lo que no funciona. Pueden hablar de situaciones de comunicación, idear estrategias y practicar fuera del aula. Pueden también ensayar las indicaciones que se podrían facilitar a un profesor sustituto o la manera de hacer saber a un compañero que habla demasiado bajo o repasar los pasos de solución de problemas para cerciorarse de que se cubren todos los temas. En esta era de tecnología y “dedos rápidos”, es posible que los alumnos se precipiten manipulando los botones. El seguimiento de un proceso paso a paso es una habilidad importante que hay que enseñar a los alumnos que utilizan productos de apoyo.

Los conocimientos de Wil y la capacidad para defender sus intereses emanan en gran parte de una motivación interna y una afinidad natural hacia la tecnología. Por otra parte es evidente que el apoyo que recibe en su casa y en el colegio hace que se sienta cómodo. Si todavía no lo ha puesto en práctica, trate de encontrar la manera de involucrar a sus alumnos todo lo posible en la gestión de su sistema actual o en la búsqueda de nuevas opciones. ¡Se dará cuenta de que vale la pena!

Vamosa hablar…con

Carrie Spangler y Evan Brunell,
coordinadores y facilitadores de “Making Connections!”

Un elemento especial de la “Conferencia anual de otoño” sobre alumnos con pérdida auditiva en el sistema educativo ordinario de Clarke Mainstream Services es nuestro programa “¡Forjando nuevas relaciones!” destinado a alumnos de los cursos 7º-12º. Celebrando el 10º aniversario, el programa de este año lo dirigieron dos adultos con pérdida auditiva y gran dinamismo: Carrie Spangler, audióloga educativa, y Evan Brunell, periodista deportivo independiente. Además de dirigir conjuntamente nuestro programa, han convertido el ser mentores de alumnos en una parte importante de sus vidas. Carrie dirige en Ohio un grupo de apoyo llamado “Hit It!” (“A por ello”), destinado a adolescentes con pérdida auditiva que cursan secundaria y bachillerato. Como presidente del Massachusetts Chapter de la A.G. Bell Association, Evan organiza encuentros mensuales para niños y adolescentes con pérdida auditiva.

Muchos de los alumnos que asisten a nuestro programa son los únicos niños en sus colegios que tienen una pérdida auditiva. En algunos casos, se trata de la primera oportunidad que tienen de conocer a adultos en su misma situación. La capacidad de Carrie y Evan de compartir sus experiencias con tal grado de sinceridad, humor y positivismo animó a los adolescentes a contar sus propias experiencias, simpatizar con los demás, plantear preguntas y resolver problemas conjuntamente. Hemos invitado a Carrie y Evan a que reflexionen en este día tan especial y nos faciliten algunos consejos en esta entrevista de seguimiento.

¿Qué es lo que esperan que los alumnos hayan aprendido en este día de convivencia entre ellos y con ustedes?

CS: Espero que los alumnos hayan aprendido que no están “solos” en su viaje con la pérdida auditiva. Existen otros muchos alumnos y adolescentes como ellos que están experimentando las mismas circunstancias. Espero también que, al conocer a dos adultos con pérdida auditiva, que utilizan tecnología auditiva, que fueron a la universidad y tienen un trabajo, se hayan dado cuenta de que no tienen por qué verse limitados de ninguna manera… lo que tienen que ser es creativos para llegar adonde quieran llegar.

EB: Espero que los alumnos hayan aprendido que es importante defender los propios intereses, ya que no hay nadie que pueda hacerlo en su lugar. Espero también que conocer a dos adultos sordos que han tenido éxito en la vida, con trabajos gratificantes y personas cercanas maravillosas les enseñe que pueden tener una vida tan plena como una persona con audición normal.

¿Qué han aprendido de este grupo de alumnos?

CS: He aprendido que se puede reunir a un grupo de desconocidos, sin ninguna relación entre ellos, pero con un vínculo común SIGNIFICATIVO: la pérdida auditiva. Los alumnos advierten este vínculo y conectan a un nivel emocional importante que solo se puede establecer en un entorno como “¡Forjando nuevas relaciones!”. Me he dado cuenta de que las personas entramos en las vidas de otras personas por un motivo y quizá solo por un tiempo, pero que este impacto puede durar toda una vida.

EB: De este grupo he aprendido a ser más extrovertido. He observado cómo llegan por la mañana, sin apenas conocerse y con una actitud tímida y callada. Al final del día, han colaborado tanto con los demás que nos cuesta que dejen de hablar entre ellos y nos presten atención. El observar la rapidez con la que establecen amistades me ha servido de recordatorio de que también podemos hacerlo a nuestra edad si lo intentamos.

El tema del programa “¡Forjando nuevas relaciones!” fue la defensa de los propios intereses. ¿Qué consejos les darían a los padres y los profesionales en cuanto a la manera en que pueden respaldar el desarrollo de aptitudes de defensa de los propios intereses? ¿Qué obstáculos perciben en este desarrollo?

CS: Creo que los profesionales y los padres deben dar prioridad a este desarrollo en todo lo que hagan. Si los niños no tienen los fundamentos básicos, es decir, una buena autoestima y seguridad personal, los aspectos académicos que se les trata de enseñar pueden caer en saco roto. Si podemos lograr que los alumnos se encuentren en un nivel en el que participen en el cursillo de formación del profesor al principio del curso y defiendan sus intereses a partir de entonces… ¡sería una gran oportunidad! Es más probable que los profesores colaboren si el alumno les explica la razón de que sean necesarios determinados pasos.

Creo que existen obstáculos de dos tipos. Un obstáculo es el tiempo y la continuidad de los profesionales. Se necesita tiempo para establecer una relación de comunicación con el alumno, de manera que se sienta cómodo. El segundo obstáculo es hacer un hueco en la agenda para hacer frente a esta importante necesidad.

EB: La tarea más importante que se puede llevar a cabo es impulsar a los niños sordos a que practiquen la defensa de sus propios intereses. Lograr que expongan sus necesidades. Si necesitan realizar citas, es preciso dejar que las programen por su cuenta. Tanto si se trata de un progenitor o un profesional en cualquier situación, siempre existe la oportunidad de que los niños defiendan sus propios intereses. Basta con situarlos en el camino correcto. Es preciso dejar que los niños se hagan cargo de las reuniones y los debates, además de alentarles a que expresen su opinión. Hay que hablar con ellos sobre la importancia de defender los propios intereses y hacerles ver que creemos en ello, les servirá de inspiración. Considerando todas las circunstancias por las que un niño sordo tiene que atravesar, puede ser fácil “dejar pasar” determinadas situaciones, haciéndose cargo o simplemente ignorándolas. Si bien hay momentos y circunstancias que lo requieren, es preciso no dejar que ocurran con demasiada asiduidad, ya que se estará creando una cultura en la que se les induce a depender en exceso de otras personas.

Echando la vista a la época en la que eran adolescentes, me gustaría que me dijeran si hubo alguna persona que fuera un modelo a seguir y el significado que tuvo en sus vidas, o me contaran alguna experiencia en la que aprendieron lo que debían hacer para cuidar de sí mismos.

CS: Mi modelo a seguir o mi “heroína” fue Karen MacIver-Lux. Era una alumna de audiología de la Universidad de Akron en Ohio. Yo era una paciente que acudía a que me realizaran una prueba de audición y me ajustasen los audífonos. Estudiaba el último curso de secundaria y Karen fue la primera persona que conocí que tenía una pérdida auditiva. Cambió la forma en que me percibía al conocer a esta joven, con una edad próxima a la mía, que iba a la universidad, que utilizaba audífonos y que era muy guapa e independiente. Afortunadamente, hemos seguido manteniendo contacto, pero el conocerla me cambió la vida.

EB: Cuando estaba en secundaria, un día salí del colegio y estaba diluviando. Me había quedado más tiempo porque necesitaba ayuda en una asignatura y debía esperar al autobús. Llovía a cántaros y no había muchos sitios para resguardarse de la lluvia, pero encontré un hueco en una parte del edificio que sobresalía, formando un pseudo-techo, y me apretujé entre la masa de personas. Sin embargo, de pronto, un chico de más edad se vino derecho hacia mí, me agarró por los hombros, me levantó y me empujó, ocupando mi lugar y dejándome a la intemperie. Afortunadamente llevaba capucha, por lo que mis audífonos no corrieron peligro, pero en lugar de defenderme, encarándome al chico o hablando con un profesor, me alejé del lugar sin poder guarecerme de la lluvia. De vez en cuando pienso en este incidente. Ojalá habría tenido la seguridad para defenderme, pero en aquella época era demasiado tímido e inseguro. Me prometí a mí mismo no volver a cometer el mismo error, ya que ninguno de mis compañeros hizo nada. Fue una valiosa lección que me enseñó a tratar de valerme por mí mismo, ya que no siempre habría un profesor o una madre para defenderme.

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