¿Qué hay que hacer cuando entra agua en un equipo?
Frank Lepine, Clarke Mainstream News, 2007: Vol. 26, no. 8.
Extracto del boletín «School Audiology Newsletter» de Frank Lepine, Técnico de audiología del programa de CLARKE en la Universidad de Northampton.
La electrónica y el agua no son una buena combinación y, en ocasiones, ocurren accidentes. Juguetes con agua, fregaderos, charcos, piscinas, lavabos, lavadoras… los ejemplos son numerosos. Con el verano a la vuelta de la esquina, las posibilidades de tener algún percance con el agua son todavía mayores. Si se moja el audífono, el procesador del implante coclear o el sistema FM de un niño, ¿significa que se estropea definitivamente? Afortunadamente, no. El equipo puede seguir funcionando si se siguen los procedimientos apropiados. Los pasos siguientes están indicados para las situaciones en las que los dispositivos se han sumergido en agua (siempre que no sea agua salada), si bien también son aplicables cuando sólo se han mojado ligeramente:
1. Apague el dispositivo inmediatamente. Lo peor que se puede hacer es tratar de utilizar el dispositivo o encenderlo para comprobar si todavía funciona.
2. Saque la pila o retire la batería. Retire todo el potencial eléctrico del dispositivo y seque la batería completamente.
3. Agite el dispositivo para que salga toda el agua que pueda contener. Antes de agitarlo, compruebe que el compartimento de la pila y cualquier otro puerto están abiertos. Póngase en contacto con el Departamento de Atención al Cliente por si pueden facilitarle alguna indicación específica para el producto o instrucciones de última hora.
4. Coloque el dispositivo y la batería en un buen sistema deshumidificador.
5. Mantenga el equipo funcionando en un buen sistema deshumidificador durante al menos 24 horas ó 3-4 ciclos de secado, procurando utilizar un nuevo absorbente.
6. Después de que hayan transcurrido 24 horas ó 3-4 ciclos de secado, coloque una pila/batería nueva (o totalmente recargada) en el dispositivo y compruebe si funciona.
Estas instrucciones generales sirven para la mayoría de los dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, relojes, reproductores MP3, etc.
Si el dispositivo se ha sumergido en agua salada o sucia, el procedimiento mencionado sigue siendo el adecuado, si bien se deberá aclarar rápidamente el dispositivo con alcohol isopropilo y luego con agua dulce antes de pasar al paso 4 descrito con anterioridad. Si permanece en el interior del dispositivo agua salada o sucia, será cuestión de tiempo que los contactos de la pila o la batería, los componentes internos y las tarjetas de circuitos impresos se deterioren y dejen de funcionar. Este procedimiento es el más eficaz para evitar el deterioro del dispositivo.
Un sistema deshumidificador es esencial en el cuidado y mantenimiento del audífono o del implante coclear. Se trata de un producto que elimina la humedad de los audífonos y los procesadores de implantes (el estuche es lo suficientemente grande como para contener un procesador corporal), seca el cerumen de los oídos y destruye el olor y las bacterias. Los sistemas deshumidificadores son sencillos de utilizar y sirven para prolongar la vida útil y optimizar el rendimiento de los dispositivos de escucha. Póngase en contacto con su audiólogo para que le informe sobre sistemas deshumidificadores.
Siguiendo la corriente: Es el momento de dar las gracias a nuestros profesores
Por la escritora y profesora Claire Blatchford, Clarke Mainstream News, 2007: Vol. 26, no. 8.
Mayo es un buen mes para dar gracias a nuestros profesores. Para celebrarlo anime a jóvenes adultos con pérdida auditiva a mandar una carta de agradecimiento a un profesor que hubieran tenido y que marcara un hito en su experiencia de integración. Las respuestas fueron amables y sinceras.
Aquí tenéis cuatro cartas:
Estimada señora O’Connor:
Cuando tenía ocho años y perdí la audición, no había mucha gente que creyera que yo podría tener éxito en un entorno educativo de integración. Usted fue una de las que lo hicieron y le estaré siempre agradecido.
La conocí como mi tutora en cuarto curso. Continuó siendo mi tutora, más tarde como profesora y, para siempre, alguien que cambió mi vida. Todos los días venía pronto al colegio para ayudarme a prepararme y a estudiar para el resto del día y trabajaba conmigo por la tarde para que terminara mis deberes. Se propuso descubrir qué tipo de estudiante era y creó un “plan de acción” para asegurarse de que sería capaz de entenderlo todo. (¿Se acuerda de cómo adjudicó un color a cada tema y todo lo que estaba conectado con ese tema iba en ese color?). Me enseñó no solamente todo lo que tenía que ver con la gramática del temario del colegio, sino también muchísimo sobre perseverancia y resolución. Durante los meses de verano, incluso estando en el instituto, me ayudó a abordar mis puntos flacos académicos. Las herramientas de organización que aprendí de usted son un gran recurso para el mundo laboral y creo que una gran parte de mi éxito se debe a usted.
Siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, señora O’Connor. Mil gracias por creer en mí.
Con afecto, Eileen Lograno.
Estimada señorita Robinson,
Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento por su participación activa en el tiempo que pasé en el instituto Orange.
Cuando llegué a Orange, sabía que mi primer año en la integración no iba a ser fácil. Si necesitaba alguien con quien hablar, ahí estaba usted. No sólo me enseñó a ser positivo conmigo mismo, también cómo ser más organizado y a defenderme yo solo.
Nunca olvidaré el momento en que mi intérprete oral no funcionaba en mi clase de Historia. Usted cogió una silla, se sentó delante de mí e intentó transcribir lo que estaba pasando ¡con su boca completamente abierta! Tiene que admitir que fue divertido y que lo intentamos. No sabe lo mucho que significó para mí.
Valoro muchísimo el tiempo que pudimos pasar juntos divirtiéndonos y reflexionando en mis horas de estudio. Aprendí mucho con usted sobre convertirse en líder y no dejar que la sordera me impidiese hacer nada. Me trató como a cualquier otro estudiante. Pasar de ser un joven estudiante en Orange a ser un hombre que trabaja para Merrill Lynch no hubiera sucedido si no la hubiera conocido.
De nuevo, ¡muchas gracias!
John McGinty.
Estimada Mara Georges,
Como profesora del Instituto de Psicología, amplió mi mundo no sólo a las maravillas de cómo funcionan las mentes humanas, sino también a la importancia que la dedicación, la perseverancia, la compasión y la comprensión pueden tener en el desarrollo de las personas. Siempre presentaba la información de manera creativa, satisfaciendo a los alumnos y a pesar de la tensión y la atmósfera de falta de sueño del instituto público Sharon, siempre salíamos de su clase con una sonrisa en la cara y con un montón de conocimiento almacenado en nuestras mentes.
Algo que significó mucho fue su flexibilidad con mi sistema de FM y su disposición para celebrar mi pérdida auditiva. Sí, usted “celebraba”, no sólo lo tenía en cuenta. Como resultado, me dio la tranquilidad y la confianza para superarme hasta sacar lo mejor de mis habilidades. Su compasión por los estudiantes y su pasión por la asignatura fueron grandes motivaciones. También demostró la importancia de la flexibilidad y la creatividad. Su sentido del humor, los debates en clase, la música y los juegos interactivos de aprendizaje, me dejaron un gran poso de conocimiento y gusto por aprender. Usted fue un arquetipo de profesor; ¡sus lecciones llegaron más allá de la clase!
¡Gracias!
Mose Berkowitz.
Estimado entrenador Pour,
La primera vez que le vi fue hace casi tres años y le tenía miedo. Sabía que era el ESTRICTO entrenador y profesor de Lacrosse. Estaba deseando intentar entrar en el equipo de Lacrosse y lo conseguí a pesar del miedo que le tenía. Lo hice en el equipo Varsity (lo que fue probablemente lo más importante de mi carrera deportiva) y descubrí que usted no era TAN estricto. Así que, decidí comprobar cómo sería usted como orientador.
Sus tutelados (¡YO NO!) estaban locos y a usted le encantaba. Pensaba que estaba loco por ser su tutor, pero más tarde, descubrí que no sólo era un orientador ingenioso, sino también un gran apoyo. Estaba ahí cuando llegaban grandes problemas con innumerables películas sin primeros planos, profesores que no podían comprenderme o a los que yo no podía leer los labios y con otras situaciones difíciles. Conseguí sentirme cómodo con usted…
Tan cómodo que llegó el momento de que interpretara por mí. Sólo tengo una cosa que decir: ¡GRACIAS A DIOS por USTED y SU INCREÍBLE capacidad interpretativa! No dejó que el hecho de no haber interpretado nunca le impidiera aprender algo de deletreo manual y de símbolos extravagantes para ayudarme en nuestras complicadas asambleas. Estaba decidido a hacerme llegar la información. La verdad es que usted es el mejor intérprete aficionado ¡y el mejor intérprete cómico que he tenido!
Gracias por todo. Lo más importante de todo, gracias por ser mi amigo.
Hannah Bartini.