Consejos para oír bien: La utilización del sistema de FM en otros entornos distintos del aula
Melissa Grisswold, Clarke Mainstream News, 2010: Vol. 30, no. 3
En nuestro artículo “Buenas prácticas en el uso del sistema de FM” (octubre de 2011, Vol. V, No 2) exponíamos una serie de consideraciones importantes sobre el uso del sistema de FM en el aula, lo que derivó en una discusión sobre su uso en entornos distintos del aula. ¿Estamos dando poca importancia al hecho de que es posible facilitar el acceso a la información en situaciones de aprendizaje y de comunicación diferentes a las que se plantean en el aula? ¿Cuáles son algunas de las barreras o dificultades con las que el alumno se puede encontrar y cuáles son las estrategias que pueden facilitar la utilización del FM en estos entornos? Hemos trasladado estas preguntas a los audiólogos de Clarke y exponemos a continuación sus aportaciones.
Educación física
La clase de educación física representa un cambio durante la jornada escolar que los alumnos cogen con gusto. Sin embargo, para los alumnos con pérdida auditiva puede representar un gran reto enterarse de lo que está pasando en la clase y entender las instrucciones que se dan durante la misma, tanto si en un gimnasio en el que puede haber reverberación, como cuando la clase se realiza en el exterior, en el campo de juego. Como el objetivo del sistema de FM es reducir los efectos negativos de la distancia, el ruido y la reverberación, un equipo de FM personal puede facilitar a los alumnos un mejor acceso a las instrucciones, tanto al comienzo de la clase de educación física como durante la misma.A pesar de los retos comunicativos inherentes a la clase de educación física, se suele pensar que el uso del equipo FM no es apropiado en este entorno.
Una de las preocupaciones es que la señal de FM puede ser demasiado intensa, ya que los profesores de educación física suelen hablar más alto en el gimnasio o en el campo de juego que el resto de los profesores en el aula. Los audiólogos de Clarke hacen hincapié en que los audífonos o los implantes cocleares, que se conectan a un equipo personal de FM, están diseñados para regular el sonido y así evitar el daño en los oídos. Si están programados correctamente, nunca sobrepasarán el nivel de confort. Por esta razón, en los colegios se debe comprobar que el sistema de FM funciona correctamente y programar una revisión anual (se sugiere seguir las orientaciones de la Academia Americana de Audiología). Se debe además alentar a los alumnos a que informen de cualquier irregularidad en la señal de su equipo de FM, para que el audiólogo pueda revisarla.
Dicho esto, la formación en el uso adecuado del sistema de FM es tan importante para los profesores de educación física como lo es para el resto del profesorado. Deben saber encender y apagar el equipo y cómo desconectarlo, así como conocer las situaciones en las que se debe utilizar. Deben además recibir formación sobre las estrategias de comunicación y de acceso al currículo que deben utilizar con los alumnos con discapacidad auditiva, ya que la utilización del equipo FM no garantiza que el alumno escuche y entienda las instrucciones.Otro tema de preocupación es el riesgo de que los dispositivos sufran daño. Nuestros audiólogos aconsejan el uso de accesorios que ayuden a mantener en su lugar los dispositivos y reduzcan la humedad durante la actividad física para así garantizar la duración de los equipos. Una de las opciones que se puede utilizar es la cinta para el pelo. También recomendamos los productos Ear Gear, que recubren los audífonos, los implantes cocleares y los receptores de FM con un material cómodo e impermeable, además de mantenerlos en su lugar y protegerlos del sudor, la suciedad, la lluvia y los roces. Los accesorios que ofrece Ear Gear se suministran con o sin cordones que se pueden sujetar a la ropa. (Visite la página www.gearforears.com para obtener información sobre cómo realizar un pedido y conocer la oferta completa de estilos, opciones y colores según la marca y modelo de prótesis o implante). Además, es fundamental colocar todas las noches los audífonos o los procesadores de los implantes cocleares y los receptores de FM en un deshumidificador. Con este sistema se retira la humedad, se seca la cera y se eliminan los olores y las bacterias.
Los deshumidificadores son sencillos de utilizar, sirven para prolongar la vida útil de los dispositivos y para optimizar su rendimiento. Los kits de secado se suelen suministrar con los audífonos o los implantes cocleares.
La marca Hal Hen (http://www.halhen.com/cgi-bin/search.cgi) también fabrica excelentes productos deshumidificadores que se pueden adquirir on-line. Nuestros audiólogos consideran que los sistemas de secado eléctrico, como los que ofrece Zephyr Global Dry and Store, son más adecuados para los usuarios que realizan actividades físicas y experimentan intermitencias en el equipo debido a la humedad.La utilización del sistema de FM puede ayudar a que los alumnos puedan confiar en que han entendido bien las reglas que explica el profesor y lo que éste espera que hagan en cada una de las actividades de educación física. De esta manera pueden sentirse menos confusos y también depender en menor medida de sus compañeros. Los datos recopilados a través de una encuesta informal realizada a nuestros profesores de sordos, que trabajan en el sistema educativo ordinario, reflejan que es muy variada la forma en la que se usa el equipo de FM durante las actividades físicas.
Hay alumnos que se quitan los audífonos y el FM, otros que utilizan permanentemente el FM en las clases de educación física, pasando por aquellos que utilizan equipos de FM personales para las actividades extra-curriculares, como el baile, la gimnasia, el fútbol y el hockey. Para aquellos alumnos que no utilizan la amplificación o lo hacen de forma limitada durante las actividades de educación física, esperamos que esta información sirva para animarles a probar el sistema de FM en este tipo de clases.
Clases de música
Como ocurre en las clases de educación física, las ventajas del sistema de FM puede que no se tengan en cuenta en las clases de música por miedo a que los oídos del alumno sufran algún daño. Hay que recordar que el equipo está configurado para amortiguar los sonidos muy altos y amplificar los sonidos de baja intensidad. Con frecuencia, los alumnos se dan cuenta que el sistema de FM es especialmente útil cuando se dan instrucciones en clase de música, como por ejemplo, cuando se repasan las letras de las canciones, los patrones rítmicos, etc. Puede que necesiten que el profesor desconecte el micrófono mientras canta para que el alumno pueda oír mejor su propia voz y las de sus compañeros. (Si se utiliza el sistema de FM, el alumno escuchará la voz del profesor por encima de todo los demás sonidos, lo que impedirá que oiga bien otras voces o instrumentos). Con paciencia y flexibilidad, el profesor y el alumno pueden determinar en qué momentos encender o apagar el FM. Lo más importante es que se tenga en cuenta que los alumnos con pérdida auditiva pueden disfrutar de la música. Con la tecnología disponible hoy en día, muchos son capaces de escuchar música pop tan bien como sus compañeros. Anime a sus alumnos a que consulten con su audiólogo la manera en que sus prótesis auditivas se pueden conectar directamente a los ordenadores y a los reproductores de música que utilizan.
Excursiones
Tanto si trata de un viaje planificado con antelación o sencillamente cuando hay una excursión, hay que asegurarse que uno de los adultos responsables de la actividad lleve el transmisor de FM. El sistema FM servirá de ayuda para que el alumno con pérdida auditiva saque el máximo partido de la actividad. Se le puede pedir al guía del recorrido que utilice el transmisor de FM sin necesidad de tener que explicarle con detalle el uso del equipo. Puede ser el profesor, o el propio alumno el que diga: “¿Le importaría ponérselo?” De esta forma, _____ le escuchará mejor”. Es necesario comprobar que el equipo del alumno está funcionando correctamente antes de salir y que se dispone de pilas adicionales para evitar que el alumno tenga problemas con la amplificación durante el recorrido. Además, si se hacen algunas gestiones/ indagaciones y se pide información con antelación sobre los ajustes que se necesitan para facilitar la comunicación al alumno se podrán las condiciones necesarias para que la excursión sea un éxito. Si se programa la excursión en un día o una fecha en la que haya menos público, se minimizará tanto el barullo como el ruido de fondo. Si se solicitan asientos preferentes para el grupo y se comparten algunas estrategias básicas de comunicación con los monitores, se facilitará al alumno con pérdida auditiva un mejor acceso tanto a la información auditiva como a la visual. Se aconseja también a los profesores, que se mantengan alerta ante cualquier a señal que indique que el alumno no está siguiendo bien la actividad o está teniendo dificultades con su equipo, ya que los niños tienden a no decir nada al respecto cuando están en un lugar público.
Debido su disposición y acústica, los salones de actos tienen también dificultades que pueden solventarse con la utilización de un solo canal. Cuando los alumnos se reúnen para una actividad especial, el transmisor de FM lo debe llevar el ponente principal. Si existe más de un alumno con pérdida auditiva que utilice un sistema de FM, será importante conocer la manera de sincronizar los dispositivos de estos alumnos con un canal de FM. Si el salón de actos dispone de un equipo de sonido, existe la posibilidad de conectar el FM directamente a dicho equipo. Es fundamental recurrir a la ayuda de un audiólogo para configurarlo la primera vez. El audiólogo debe comprobar que los alumnos están sincronizados correctamente y/o que reciben la señal adecuada del equipo de sonido.Posteriormente, el audiólogo puede enseñar al personal escolar la manera de configurar el sistema para futuras ocasiones. Los sistemas de FM nunca se deben considerar dispositivos de “encendido y apagado”, ya que se corre el peligro de alterar el sonido que llega a los oídos del alumno, tanto porque el volumen sea demasiado alto como porque sea demasiado bajo.Actividades extracurriculares
Cuando el equipo de FM es propiedad del colegio o de la consejería de educación, utilizarlo fuera del entorno escolar puede convertirse en un tema delicado. En nuestra experiencia, depende de la posición concreta que tenga cada institución. Al ser el colegio el propietario del equipo es responsable de su reparación o reemplazo en el caso de que sufra algún daño. También depende del tipo de actividad extraescolar. Por ejemplo, en una ocasión trabajamos con una alumna a la que se le permitía utilizar su equipo de FM en las clases de educación vial (tanto en el aula como en el circuito). Por otra parte, hay que tener en cuenta, que existe un mayor riesgo cuando se permite la utilización del sistema de FM, por ejemplo, en una liga de fútbol. Es esencial que exista una relación de confianza entre el colegio y la familia; además, los colegios deben procurar mantener una actitud lo más coherente posible, para que cada familia reciba un trato justo en el paso de un curso a otro.Resumido por Melissa Griswold, M.E.D., con un especial agradecimiento a las aportaciones de la Dra. Kathryn Girardin, directora, la Dra. Christine Alexander y la Dra. Joni Skinner, audiólogas del Centro de Audiología de Clarke, así como al personal del Servicio de apoyo a la Integración.
Siguiendo la corriente: La experiencia de los hermanos del niño con discapacidad auditiva
Claire Blatchford, escritora y profesora, Clarke Mainstream News, 2006: Vol. 25, no. 3
Había estado enferma con paperas y me desperté sintiéndome mejor, me levanté, encendí la radio y me di cuenta de que el aparato estaba encendido pero no podía escucharlo. Mi hermano se acuerda del ruido de la radio y de que se acercó a mi habitación para decirme que dejara de hacer ruido, porque iba a despertar a nuestros padres. De inmediato, se dio cuenta que yo me había quedado desconcertada. Segundos más tarde, nuestra madre irrumpió furiosa en el cuarto. Yo era incapaz de comprender lo que decían pero, al igual que mi hermano, era consciente de que había sucedido algo terrible. También, como él, tardé en darme cuenta de que estaba sorda. Ambos pensamos que yo recuperaría la audición y que todo volvería a la normalidad.
¿Cómo influye en los hermanos la pérdida auditiva de un niño sordo? La conversación que mantuve con mi hermano me impulsó a hablar con dos chicas que tienen un hermano con discapacidad auditiva. Una de ellas es Dalal, que tiene 14 años y es un año mayor que su hermano sordo, Abdul. La otra es Leah, que tiene 11 años y es 21 meses menor que su hermana Emily que es sorda.
Mi hermano me contó que, cuando éramos niños, tenía sentimientos hacia mí un tanto ambivalentes, por un lado sentía que tenía que protegerme. Un sentimiento protector porque deseaba ayudarme cuando nos encontrábamos en situaciones en las que veía que yo tenía alguna dificultad y, sin embargo, no lo era en el sentido de pensar que yo no pudiera hacer determinadas cosas o hacerme sentir inferior.
Dalal describió sentimientos similares cuando le pregunté lo que sentía cuando se desplazaban a Kuwait para visitar a su familia y Abdul debía utilizar dos idiomas:
«Abdul puede pronunciar algunas palabras en árabe, pero no puede hablarlo con fluidez. A veces las personas son poco pacientes. Si Abdul me pregunta por lo que ha dicho una persona yo se lo repito. A veces, me muestro bastante protectora, pero últimamente no tanto. Abdul se enfada cuando intento explicarle palabras que no entiende. No soporta que piensen que es tonto».
Por su parte, Leah contó que, en ocasiones, ayudaba a su hermana mayor en situaciones sociales, como por ejemplo cuando iban a comprarse un helado. Me dio la impresión de que Leah lo hacía de una manera natural, sin ningún deseo de proteger a Emily. Añadió: «Hay veces en que Emily se siente incómoda cuando necesita ayuda y me dice, “¿Por qué no me lo has dicho?”. Pero lo dice en tono de broma. No parece que estas cosas le molesten demasiado. Sin embargo, puede llegar a enfadarse cuando le corrijo su pronunciación. No le gusta nada».
Sus perspicaces comentarios me hicieron recordar las palabras de mi hermano, contándome que, en ocasiones, podía darse cuenta cuando no me estaba enterando de algo y de lo incómodo que se sentía, poniéndose en mi lugar. Solía ocurrirle esto cuando se daba cuenta que yo no entendía los chistes. «Los chistes”, me decía él, «no tienen la misma gracia cuando se cuentan por segunda vez. Cuando te reíste, el resto ya había dejado de hacerlo y me dio un poco de corte».
Dalal contaba: » Con sólo ver la cara de Abdul me doy cuenta de que no entiende. Se queda mudo. Cuando le ocurre, me da un poco de pena».
Les pregunté a ambas si pensaban que a su hermano (o hermana) sordo le prestaban más atención que a ellas. Dala respondió con un rotundo «Sí», añadiendo a continuación: «No me importa que reciba tanta atención, sobre todo de nuestro padre, aunque a veces es excesiva y me molesta. De todas formas, también soy consciente de lo mucho que Abdul ha perdido con su sordera».
Leah también era de la opinión que a Emily se le hacía, en ocasiones, mucho más caso. Para empezar, su familia se había trasladado de estado para que Emily pudiera estudiar en Clarke (colegio para alumnos sordos), lo que supuso un gran cambio para Leah. También tuvo importancia el hecho de que a Emily le compraran ropa nueva porque llevaba uniforme en el colegio. Leah contó que, en un principio, no quería mudarse y convertirse en la “nueva” cuando llegara a su colegio, aunque ahora ya se sentía muy a gusto en su nuevo colegio y con su grupo de amigas.
Mi hermano era muy consciente de que yo necesitaba ayuda (por ejemplo, en la pronunciación) y de que nuestros padres se preocuparan por mí. Aunque no lo expresara, estoy segura de que hubo momentos en que tanta atención le parecía injusta.
Cuando les pregunté a las chicas cómo actuaban cuando le presentaban a alguien por primera vez, Dalal contestó que siempre les decía a todos que su hermano era sordo.
Leah respondió: «La sordera de Emily no suele ser un tema de conversación cuando estoy con otras personas. Emily habla muy bien y la gente no suele preguntar. Depende de la situación. Recuerdo que una vez nuestra madre le contó a una niña que acabábamos de conocer que Emily había nacido sorda y Emily y yo terminamos explicándole en qué consistía su sordera».
A la pregunta sobre si ella y Emily compartían amigas, Leah respondió: «Yo soy más amiga de las amigas de Emily que ella de las mías”. A continuación, admitió (como cualquier otra chica lo haría): «Hay veces en que prefiero que mi hermana mayor se mantenga al margen».
Mi hermano me contó, para mi sorpresa, que solía sentirse orgulloso de que yo pudiera leer los labios. Sentía que yo poseía algo que nadie más tenía y me recordó el asombro de sus amigos, cuando vieron que yo podía leer lo que él decía, desde el otro lado de una habitación que estaba llena de gente.
Dalal añadía: «Estoy empezando a darme cuenta de que leer los labios es fácil. Me sorprendo tratando de leer los labios de las personas con las que estoy hablando. ¡Cada vez me resulta más fácil!»
Leah no creía que ella pudiera leer los labios, pero la forma en que me miraba a la cara mientras yo hablaba me hacía dudar. Terminó reconociendo que en algún momento, habría deseado ser sorda, «como sucede cuando hay un ruido ensordecedor alrededor”.
A pesar de tener que convivir con la pérdida auditiva, Dalal y Leah percibían a sus hermanos, ante todo, como hermanos y no tanto como hermanos sordos.
Dalal decía experimentar por su hermano tanto sentimientos de enfado como de afecto. Admitió que se peleaban.
Leah dijo: » yo consideraba a Emily como una buena atleta, una buena artista y una buena escritora. A veces, me gustaría dibujar como ella. Emily y yo nos llevamos muy bien, pero a veces se impacienta conmigo porque me tomo mi tiempo para hacer las cosas y a ella le gusta hacer todo rápidamente. En ocasiones, también ella me hace perder a mí la paciencia».
Mi hermano me dijo que nunca se le había ocurrido pensar que su vida había sido diferente por tener una hermana sorda y que su experiencia con la sordera le había servido para mostrarse sensible ante cualquier persona que tuviera una pérdida auditiva. Se ha encontrado con personas que le han dicho: «Hablas de manera diferente, ¿hay alguna persona sorda en tu familia?».
«Esto te convierte en un embajador de las personas sordas», le respondí.
Estoy segura de que esto también ocurre en el caso de Dalal y Leah. Nosotras, las personas con pérdida auditiva, tenemos la suerte de contar con hermanos que se preocupan, nos entienden y se hacen cargo de nuestras necesidades. ¡Dejaré para otro artículo la vez en la que mi audífono se cayó en el acuario de peces tropicales de mi hermano!.