Carta de la Directora
Claire Troiano, Directora de Servicios del Mainstream Service, Clarke Mainstream News, 2010: Vol. 30, no. 2.
Al igual que ocurre en un equipo de fútbol, cada equipo escolar necesita un “medio-centro” que pueda articular el equipo para planificar, establecer metas y asegurar que haya comunicación entre los miembros.
Estimados lectores:
En estos momentos en que la emoción y el trajín de las primeras semanas de clase ya han quedado atrás, todos vamos adaptándonos y estableciendo nuevas rutinas. Es ahora cuando quiero aprovechar para destacar la importancia de la comunicación y la colaboración entre los miembros del equipo cuando se trabaja con un alumno con pérdida auditiva. Tanto si usted es profesor, como si es logopeda, padre, madre, entrenador, profesor de apoyo u orientador, su papel es de gran importancia en la vida del alumno. Hay numerosos detalles a los que se debe prestar atención para posibilitar que el alumno tenga éxito en el ámbito escolar. Por ejemplo: asegurarse de que el sistema de FM se carga todas las noches y se revisa con regularidad, decidir qué conceptos se deben enseñar en primer lugar y quién debe impartirlos, planificar el acceso a lo largo de la jornada escolar, incluir al alumno en las decisiones del equipo, mantener informados a los padres, etc.
La analogía con un equipo de fútbol que se prepara para una temporada de éxito me parece oportuna. Un buen equipo de fútbol tiene definidos claramente los roles y las responsabilidades de cada jugador. Como equipo, dedican mucho tiempo a la planificación para estar seguros de realizar buenas jugadas. Cuentan con un líder, un medio-centro, que tiene la responsabilidad de coordinar las jugadas, teniendo en cuenta los puntos fuertes de cada jugador y las necesidades del equipo. El equipo tiene siempre un objetivo en mente y cada miembro intenta lograrlo de una manera coordinada. Es evidente que la comunicación y la colaboración son las claves del éxito de un equipo.
La planificación del éxito de un alumno con pérdida auditiva en el colegio requiere un enfoque parecido. En nuestro trabajo con más de 900 alumnos y colegios, nos queda absolutamente claro que un componente clave del éxito de un alumno con pérdida auditiva es la comunicación y la colaboración entre los miembros del equipo. Al igual que ocurre en un equipo de fútbol, cada equipo escolar necesita un “medio-centro” que pueda articular el equipo para planificar, establecer metas y asegurar que haya comunicación entre los miembros. Soy consciente de que en numerosos colegios disponer de tiempo para la planificación es un lujo, pero hemos comprobado que un gran número de equipos escolares ha encontrado formas creativas de mantener abiertas las líneas de comunicación y de establecer una colaboración por el bien de los alumnos.
La incidencia de la pérdida auditiva es tal que los equipos escolares se encuentran dispersos por el país, a menudo con poco o ningún contacto con otros equipos que también trabajan para facilitar el mejor apoyo posible a los alumnos con pérdida auditiva. Tenemos verdadero interés en utilizar nuestro boletín de noticias como vehículo de intercambio de información con y entre los equipos, con el fin de que se sientan conectados y puedan compartir estrategias de éxito, partiendo por así decirlo de sus “libros de jugadas”. Si disponen de algún sistema de comunicación que haya funcionado bien en su equipo, les agradeceríamos que lo compartan con nosotros, para que podamos compartirlo con nuestros lectores.
Con mi agradecimiento y mis mejores deseos,
Claire Troiano, M.E.D.,
OTC, Directora,
Clarke Mainstream Services
Accesibilidad en el sistema ordinario
Melissa Grisswold, Clarke Mainstream News, 2010: Vol. 30, no. 2.
Las dificultades para tomar apuntes deben abordarse en Educación Primaria
Al igual que el uso de los medios audiovisuales con subtítulos y otras herramientas para facilitar el acceso a la información, el apoyo en la toma de apuntes será de gran ayuda para el alumno en su vida académica.
Aunque tendemos a relacionar la toma de apuntes con la etapa de secundaria y el bachillerato, hemos observado que en los colegios de educación ordinaria la toma de apuntes se inicia en los últimos años de educación primaria con la finalidad de preparar a los alumnos para la transición a la siguiente etapa. De esta manera, los alumnos empiezan a practicar ya la toma de apuntes en quinto o sexto curso. ¿Qué implicaciones tiene este hecho en el caso de un alumno con pérdida auditiva?
Con independencia de la edad del alumno, tomar apuntes representa un gran reto para un alumno con pérdida auditiva. Dado que el alumno con pérdida auditiva debe concentrarse en el lenguaje hablado y en las señales visuales que le ayudan a completar la información que no capta auditivamente, puede resultar una tarea casi imposible escuchar y leer los labios del profesor a la vez, procesar lo percibido y bajar la mirada cuando ha de escribir. Además, cuando los profesores amplían las explicaciones y entablan conversaciones con otros alumnos mientras el resto sigue tomando apuntes, el alumno con pérdida auditiva puede perderse parte de estos intercambios e incluso puede que ni siquiera sea consciente de que están teniendo lugar.
Hay muchas formas de ayudar a un alumno con pérdida auditiva cuando comienza a aprender a tomar de apuntes. De hecho, puede ser una oportunidad para abrir un debate sobre el acceso a la información en el aula y establecer las bases para solucionar problemas eficazmente en los futuros cursos. Cuando se comienza a aprender a tomar apuntes, el proceso tiende a ser apoyado y guiado en mayor medida por parte del profesor. Por ejemplo, suele ser habitual que la clase tome apuntes a la vez que copia lo que está escrito en el encerado, en el proyector de transparencias o en otros soportes similares. Si los profesores evitan continuar con la explicación mientras los alumnos están copiando los apuntes, será más fácil para el alumno con pérdida auditiva tomar apuntes al mismo ritmo que sus compañeros. Si un compañero del alumno con pérdida auditiva hace una pregunta para pedir aclaración o el profesor desea ampliar o hacer énfasis en un punto en concreto, es importante que el profesor indique a la clase que deje de escribir y que preste atención. Una vez que cuenta con la atención de todo el grupo, el profesor puede contestar a la pregunta planteada o recalcar una determinada información y, una vez que haya terminado, indicar a la clase que puede seguir tomando apuntes.
Pueden darse situaciones en las que sea preciso tomar apuntes individualmente y no en grupo. Por ejemplo, se puede pedir a los alumnos que realicen una entrevista a una persona y que, a continuación, preparen una redacción sobre su contenido. Si se facilita un esquema o un organizador gráfico con temas o puntos claramente definidos, el alumno con pérdida auditiva podrá identificar la información en concreto que deberá anotar. El profesor podría también sugerir al alumno que facilite a la persona entrevistada algunas preguntas con antelación y que le pida que prepare las respuestas por escrito. Realizada la entrevista, se le entregarían al alumno las respuestas por escrito para completar las notas que haya podido tomar durante la entrevista. Para promover que el alumno sea capaz de desenvolverse por sí solo, el profesor podría sugerirle unos cuantos trucos para facilitar la comunicación que se pueden transmitir a la persona que se va a entrevistar y ofrecerse a practicarlos previamente con el alumno. Por ejemplo, el alumno podría sugerir a la persona entrevistada: “Será de gran ayuda si me mira cuando habla. Procure no hablar mientras tomo notas y si no le importa, le indicaré cuándo puede continuar. Es posible que le pida que me repita de vez en cuando para asegurarme de que lo he entendido correctamente”.
A medida que los profesores aumentan el nivel de exigencia y los alumnos pasan de copiar meramente la explicación a extraer los puntos clave de una presentación (incluidos de los materiales presentados en vídeo), será imprescindible trabajar conjuntamente para encontrar el enfoque que mejor facilite el acceso más completo a la información al alumno con pérdida auditiva. Como ya se ha apuntado con anterioridad, los esquemas y los organizadores gráficos son de gran utilidad. Algunos alumnos querrán tener sus propias anotaciones. Si se facilitan previamente al alumno los apuntes del profesor, redactados teniendo en cuenta su nivel de lenguaje, se le permitirá tomar apuntes en la medida de sus posibilidades, además de poder prestar toda su atención al profesor en la medida que lo precise. Es fundamental que el alumno tenga acceso a unos apuntes completos que le servirán de base para estudiar y que podrá comparar con los apuntes que haya tomado personalmente.
Otra opción es solicitar la ayuda de un adulto o de un compañero que se encargue de tomar apuntes. Una persona distinta al profesor que pueda tomar apuntes claros y precisos puede ser una ayuda inestimable. Un ayudante de clase u otro adulto disponible podría prestarse a realizar esta tarea. Dependiendo de la situación, se podría pedir a un grupo de alumnos que se turnaran en la responsabilidad de tomar y compartir los apuntes (para facilitar la tarea, podría considerarse la utilización de papel autocopiativo o un bolígrafo digital). Si se maneja con sensibilidad y una buena supervisión, puede ser una oportunidad para que los alumnos con pérdida auditiva más jóvenes reconozcan el valor de este apoyo, adquieran la confianza necesaria para explicar su utilidad a otras personas y practiquen sobre cómo expresar sus preferencias.
Si el alumno recibe los apuntes del profesor o del alumno encargado, tendrá la oportunidad de repasar sus notas, con la ayuda del adulto, que le podrá aclarar cualquier información o el significado de alguna palabra que no entienda y así puede anotar las aclaraciones con sus propias palabras. Es posible que haya partes en el contenido del material que le resulten confusas o que se encuentre con lagunas de vocabulario o de conocimientos básicos que se pondrán de manifiesto al revisar los apuntes con el alumno.
Como conclusión, es igualmente importante procurar que sus compañeros entiendan la razón de que el alumno con pérdida auditiva puede necesitar ayuda. Debe quedar claro que el alumno no se está quedando rezagado, ni que tampoco recibe un trato especial. Se puede malinterpretar como una falta de interés el que a un alumno le cueste más tomar apuntes. En la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con la falta interés, sino con la imposibilidad de concentrarse, procesar la información, participar, seguir la clase y las intervenciones de sus compañeros mientras toman apuntes. Con la intención de no llamar la atención sobre ningún alumno en particular, en un colegio con el que trabajamos, se dispuso que los apuntes redactados por el profesor, estuvieran a disposición de los alumnos en una carpeta sobre su mesa. Así, los apuntes están al alcance de los alumnos que presenten otro tipo de discapacidad, de los que hayan faltado a clase o de cualquiera que los necesite.
La pérdida auditiva del alumno siempre estará presente y la dificultad para tomar apuntes no desaparecerá con la práctica. Los padres y los profesores suelen preocuparse por si el alumno con pérdida auditiva estará preparado para ir a la universidad si se acostumbra a disponer de apoyo a la hora de tomar apuntes. En la actualidad, los servicios para facilitar que los alumnos tomen de apuntes están al alcance de todos más allá de la educación secundaria obligatoria. En un informe de la Comisión Nacional sobre la Calidad de los Servicios en la Educación Postsecundaria de los Alumnos con Sordera o Deficiencia Auditiva (http://projects.pepnet.org/publication/taskforce/note/notes1.html )se concluye que: “En conjunto, los alumnos con sordera o deficiencia auditiva a lo largo de la educación posterior a la secundaria ordinaria, utilizan los servicios para tomar apuntes con mayor frecuencia que cualquier otro servicio de apoyo que tienen a su alcance”. Al igual que la utilización de los medios audiovisuales con subtítulos y otras herramientas que les facilitan el acceso a la información, recibir apoyo para tomar apuntes será de gran ayuda para el alumno a lo largo de su vida académica. Aunque es habitual que se utilice en la etapa de secundaria/bachillerato, merece la pena iniciarla en los últimos cursos de primaria.
Melissa GriswoId, M.E.D.
Profesora de personas sordas en el sistema educativo ordinario y especialista en divulgación.
Clarke Mainstream Services
Consejos para oír bien
Melissa Grisswold, Clarke Mainstream News, 2010: Vol. 30, no. 2.
Información relacionada con la gestión audiológica de los alumnos con pérdida auditiva en los centros ordinarios
Buenas prácticas en el uso del sistema de FM
Tanto los profesores como los alumnos pasan por un período de adaptación cuando se inicia un nuevo curso escolar. Hay que adaptarse a nuevas personas, rutinas y expectativas. En el caso de los alumnos con pérdida auditiva y las personas que trabajan con ellos, hay una tarea añadida que es la adaptación a las ayudas técnicas que sirven de acceso a la comunicación durante la jornada escolar. En muchos de los casos, entre las ayudas se contempla el sistema de FM.
El sistema de FM es una herramienta importante para los alumnos con pérdida auditiva, ya que les permite escuchar mejor la voz del profesor, a pesar del ruido habitual del aula. En muchos casos, se pide también a los compañeros que utilicen el sistema de FM durante los debates en grupo, las presentaciones orales y otras actividades similares. Los alumnos con pérdida auditiva dependen de que los profesores y compañeros utilicen el sistema de FM de forma adecuada y con la sensibilidad suficiente para que puedan sacarle el mayor partido posible, además de la tranquilidad de saber que es un recurso que forma parte de la clase.
Tanto la pérdida auditiva de un niño como su entorno escolar son únicos, por lo que determinar la manera y el momento en que se utilizará el sistema de FM es con frecuencia una cuestión de probar y ver cómo funciona.
Incluso en el caso de los alumnos familiarizados con el sistema educativo ordinario, es necesario realizar ajustes cada año, ya que cambian la estructura de la clase, los estilos de enseñanza y las necesidades de comunicación. En estos momentos, transcurridas varias semanas desde el comienzo del curso escolar, es probable que los profesores y los alumnos hayan establecido rutinas para supervisar el equipo de FM e identificado las situaciones de aprendizaje en las que el equipo es apropiado. Habiéndose establecido estas rutinas, ofrecemos a continuación una lista que sirva de recordatorio de lo que son las buenas prácticas en el uso del sistema FM:
Colocación del micrófono
El micrófono del profesor se deberá colocar quince centímetros por debajo de la boca. Se puede sujetar a la ropa o llevarlo a modo de corbata. En el caso de un micrófono de diadema, hay que asegurarse que se siguen las recomendaciones del fabricante en la colocación. Algunos micrófonos se aproximan a los labios, otros llegan hasta la mejilla. La colocación adecuada de cualquier tipo de micrófono influye decisivamente en la señal que recibe el alumno.
Hay que cuidar el micrófono
El micrófono no debe golpear contra botones, collares, alfileres de corbata u otras joyas o terminar debajo de la ropa. Si para un profesor resulta fácil no tener en cuenta el leve sonido de un chasquido o un arañazo, ese mismo sonido puede llegar a ser para el alumno un estímulo de bastante más intensidad que la voz del profesor. Puede ocasionar el rechazo del alumno al equipo porque está amplificando demasiados sonidos extraños. Además, la persona que lleve el micrófono del sistema FM no debe jugar con la antena, ya que retorcer o enredar el cable o la antena puede crear una señal intermitente y/o dañar el equipo.
El sistema FM se debe utilizar siempre
El sistema de FM se debe utilizar diariamente, siempre que se considere beneficioso para el alumno. El equipo es de gran utilidad en una gran variedad de entornos escolares, tanto dentro como fuera del aula donde trabaja normalmente el alumno.
Hay que comprobar con discreción si el alumno escucha
Además de la comprobación inicial del equipo de FM del alumno todas las mañanas, puede haber momentos durante la jornada escolar en los que puede ser conveniente comprobar con discreción que el equipo está encendido y funcionando adecuadamente. Por ejemplo, cuando los alumnos pequeños vuelven del recreo o cuando los alumnos mayores entran en un aula diferente y pasan el equipo de FM al nuevo profesor, éste puede situarse a cierta distancia del alumno y, sin establecer contacto visual directo, llamarle por su nombre y hacerle alguna pregunta sencilla e informal, como por ejemplo: “¿Qué tal va todo?” o “¿Te lo has pasado bien en el recreo?”. Si la respuesta es adecuada, el profesor sabrá que el alumno tiene acceso a la señal de FM y podrá seguir adelante con la clase. Siempre es preferible verificar con discreción y de manera informal, en lugar de interrumpir la clase y preguntar al alumno si puede escuchar a través del equipo de FM, ya que desplazará la atención de todo el grupo sobre el equipo de FM que lleva el alumno, lo cual no es precisamente lo que el alumno desea.
El sistema FM es un enlace, no una correa de transmisión
El equipo de FM debe utilizarse de manera adecuada. Hay conversaciones en las que el alumno con pérdida auditiva, como cualquier otro de su grupo, no va a tomar parte. Si el profesor se está dirigiendo a un alumno en particular, el micrófono deberá estar apagado (o desconectado). Lo mismo ocurre si el profesor está manteniendo una conversación con otro adulto en privado. El equipo tampoco se deberá utilizar como un sistema de intercomunicación entre el alumno y el profesor para darle indicaciones a una distancia inadecuada. El profesor deberá acercarse al alumno, como haría con cualquier otro, para darle las indicaciones oportunas.
Enseñar a los compañeros
Cuando se pida a otros alumnos que utilicen el micrófono de FM, se les deberá indicar previamente como usarlo correctamente. Los alumnos deben saber dónde se encuentra el micrófono, que no se puede jugar con él y que no se debe alzar la voz, ni tratarlo de forma que pueda importunar al alumno con pérdida auditiva. Considere la posibilidad de que el profesor de audición y lenguaje o un audiólogo con experiencia en el ámbito educativo se encargue de realizar una presentación a todo el grupo. Si se trata de alumnos más pequeños pueden aprender, a la vez que disfrutan de la narración de un cuento, que es un material que suele venir con el equipo de FM o que puede conseguir el audiólogo o el profesor de audición y lenguaje.
Utilización del sistema FM con un segundo micrófono
Consulte al audiólogo del alumno si un segundo micrófono de mano sería compatible con el sistema de FM que utiliza. Un segundo micrófono es particularmente útil en las clases en las que se llevan a cabo debates en grupo o en las que se utiliza un enfoque de aprendizaje cooperativo. Un segundo micrófono permite que el que desempeña el papel más importante en una situación mantenga el transmisor de FM principal, mientras que el segundo micrófono de mano se puede pasar de una persona a otra.
Utilización del sistema FM con dispositivos de audio
Los sistemas de FM se pueden conectar a menudo con otros dispositivos, como ordenadores, reproductores de CD y televisores mediante un cable de entrada directa de audio. Algunos alumnos prefieren colocar el micrófono de FM cerca de los altavoces del televisor o del reproductor de CD del aula, ya que permite mejorar la calidad de la señal. Siempre hacemos esta sugerencia con cierta cautela, ya que la colocación del micrófono de FM junto a los altavoces del televisor amplificará todos los sonidos que se produzcan, no sólo el habla, y además tampoco es deseable fomentar su uso como sustituto de los subtítulos durante la reproducción de un vídeo. Sin embargo, siempre y cuando estos dos métodos no sean excluyentes entre sí, merece la pena hacer la prueba. Dependiendo del estilo de aprendizaje del alumno y del tipo de pérdida, se puede beneficiar colocando el micrófono cerca de los altavoces, además de utilizar los subtítulos. En todos los casos, es fundamental consultar con el audiólogo del alumno, analizar las opciones y aprender a configurar el sistema de FM con antelación.
Los profesores pueden dar por hecho que no existe ningún problema con el equipo de FM, dado que el alumno no se ha pronunciado al respecto, pero no siempre es así. Puede ser que los alumnos no deseen llamar la atención haciendo una observación al profesor o puede ser que no sean conscientes de que podrían oír mejor haciendo pequeños ajustes. Los alumnos sacarán el mayor partido al equipo FM y se mostrarán dispuestos a demandar por sí mismos su utilización si los profesores tienen en cuenta las buenas prácticas en el uso del sistema de FM y transmiten su valor a todo el grupo.
Este escrito ha sido recopilado por Melissa Griswold, MED, con el agradecimiento especial a las audiólogas de Clarke Hearing Center: Dra. Kathryn Girardin, Directora, Dra. Christine Alexander y Dra. Joni Skinner por sus contribuciones en este artículo.