
Las familias de los niños con hipoacusia o sordera van a tener que abogar por los derechos de sus hijos en el entorno educativo hasta que ellos crezcan y lo puedan hacer por si solos.
La coordinación e intercambio de información con el centro educativo juegan un papel fundamental durante toda la escolarización.
En la mayoría de los casos, el número de reuniones de coordinación por curso a las que se asiste depende del centro educativo, desde la Fundación se acompaña a la familia al menos una reunión al comienzo y otra al final de curso.
A fin de que el equipo educativo entienda la pérdida auditiva, se ofrece a todos los centros un taller gratuito en el propio centro.