Laura Bosch es profesora titular en la Universidad de Barcelona. Se ha especializado en temas de percepción y adquisición del lenguaje y también desarrollo cognitivo. Ha hecho investigación, sobre temas de desarrollo fonológico y la conexión entre el balbuceo de los primeros meses de vida y las primeras palabras. Luego ha profundizado en temas de percepción del habla de los aspectos que son precursores y que tienen lugar en el primer año de vida, en bebés con un desarrollo normo típico y también en bebés con riesgo, como por ejemplo prematuros, prematuros extremos y otro tipo de patologías.
1. ¿Cuáles son los prerrequisitos indispensables para un desarrollo fonológico adecuado?
Bueno, el desarrollo fonológico es uno de los aspectos en los procesos de adquisición del lenguaje oral, del lenguaje baldo, y evidentemente del desarrollo fonológico se describe y tiene lugar a partir del momento en el cual los niños empiezan a construir un vocabulario. Es decir, los sonidos que forman parte de las palabras, en principio tienen que ser contrastivos, para poder diferenciar estas primeras producciones léxicas, y gradualmente, se va construyendo lo que sería el sistema contrastivo de la lengua nativa o de las lenguas nativas en el caso de bebés que crecen en entornos bilingües. Entonces, para un buen desarrollo fonológico, que es un proceso, no hay que olvidar, es un proceso que tiene lugar en el tiempo, es decir, que los niños empiezan hablando de forma muy simplificada, con pocos contrastes, con pocos sonidos, y, probablemente, yo diría hasta los 5 años, entre 3 y 5 años se construye el sistema más definitivo, es decir el sistema que ya se parece al sistema de la lengua adulta. Para que este proceso sea fluido, y siga un desarrollo normal, pues hay que tener una buena capacidad auditiva, una buena exposición al lenguaje, serían los dos factores básicos, es decir oír, porque estamos hablando de sonidos del habla, y además tener exposición porque si nos hablan poco o nos hablan mal, o no responden cuando nosotros pronunciamos palabras, pues esto desde el punto de vista de la adquisición, va a generar lentitud, va a generar que se hable quizás con poca claridad durante más tiempo y, por tanto, estos son los dos aspectos, el auditivo, y el articulatorio vinculados además a tener una exposición y un feedback, una retroalimentación del entorno.
2. ¿Y cual es la importancia de la interacción durante el primer año para descubrir el lenguaje?
Bueno, pues el primer año de vida es fundamenta, incluso sabemos hoy en día que incluso, el último trimestre del embarazo empieza a ser importante con respecto a los logros en la adquisición del lenguaje que vendrán posteriormente. El primer año de vida es especialmente importante porque se producen estas conductas precursoras, que tienen que ver, por ejemplo, a nivel de producción con la capacidad de balbucear, de producir algo que incluye sonidos del lenguaje, implica a nivel perceptivo un gran desarrollo de aspectos fundamentales para el lenguaje, es decir descubrir las diferencias entre sonidos, descubrir las unidades que formarán parte del lenguaje, como las palabras por ejemplo y descubrir en general lo que son las propiedades sonoras de la lengua materna, es decir, cada idioma tiene sus características, entonces, el bebé durante el primer año de vida aprende a reconocer esas características de esa lengua que oye hablar en su entorno.
Por tanto, la percepción es muy importante, al articulación también y no olvidemos la última pata de este trípode que sería todo lo que es interacción. Es decir, el lenguaje se adquiere en contextos interactivos, en contextos comunicativos con el adulto, y las situaciones ideales, que son estas situaciones donde hay un adulto y niño y un objeto, y una situación y donde se habla de este objeto, se busca la complicidad entre el adulto y el niño, se utiliza la conexión con la mirada y la verbalización correspondiente, estas son conductas todas ellas fundamentales para un buen desarrollo del lenguaje a partir del segundo año.