Aprovechando que hace unos días el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción estrenó la nueva página web, Cultura Accesible (http://www.culturaaccesible.es/), hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su directora, Belén Ruiz, para que nos cuente sus impresiones y cómo está el tema del subtitulado en España. Porque estamos seguros que es un importante paso para la plena accesibilidad en la cultura y un sitio de referencia para otros que quieran continuar con esta labor.
¿Por qué el motivo de publicar esta nueva guía? ¿Hacia qué público va dirigida?
El portal va dirigido a todo tipo de público, beneficiando especialmente a las personas con discapacidad (PCD). Tanto la navegación por la web como su contenido son accesibles y puedes buscar de forma muy sencilla según tus intereses: tipo de evento (cine, teatro, museos y otros), lugar, fecha y tipo de servicio accesible (subtitulado, audiodescripción y lengua de signos). Por tanto, las PCD auditiva y visual encontrarán el portal de especial utilidad, sin embargo en la ficha de cada evento se encuentra también la información relacionada con la accesibilidad física del espacio.
Planeamos seguir aumentado las funcionalidades a lo largo del año. Nuestro meta es cubrir todos los eventos y discapacidades. Para ello, también contamos con la participación de todos, haciéndonos llegar sus comentarios y sugerencias a la dirección agendaaccesible@cesya.es.
¿Juegan los precios de un lugar accesible o la adaptación de su oferta a un contexto de crisis como el actual en la opinión de una persona con pérdida auditiva y en la del productor?
La propia industria cultural es la que está apostando e invirtiendo en accesibilidad al comprobar que ofrecer sus producciones de forma accesible, aumenta el público que los consume. Es cierto que se trata de un crecimiento lento, pero estamos convencidos de que será sostenible en el tiempo. Muchas PCD no van a eventos culturales porque asumen que no van a poder disfrutar de ellos, no tienen un hábito de consumo cultural o no les queda más remedio que restringirlo al ámbito de sus casas. Es necesario transmitirles que ahora el mundo de la cultura se está abriendo a sus necesidades y aquí es donde la Agenda tiene un papel esencial: contribuir a que el consumo cultural fuera del hogar arraigue en las PCD y a que la industria no tenga ya ninguna duda de la rentabilidad económica y social de sus inversiones en accesibilidad.
También es importante concienciar a la industria de que los servicios de accesibilidad son positivos no solo para las PCD sino para toda la sociedad, especialmente las personas mayores.
Se trata de seguir una perspectiva de Diseño para Todos ya que sus principios mejoran la calidad de las producciones de forma transversal, mucho más de lo que piensan los creadores culturales. Aún existe un desconocimiento de las distintas dimensiones de la accesibilidad, especialmente de la cognitiva, qué servicios existen, cuál es su impacto y utilidad, así como la legislación asociada. El principal referente en este sentido es la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, ratificada por España en 2007, y que en su artículo 30 obliga a los Estados partes a poner en marcha medidas y leyes que garanticen el derecho de las PCD no sólo a disfrutar de la cultura, sino también a participar activamente en ella. En el CESyA trabajamos en varios frentes para lograrlo: la concienciación, la dinamización de la industria en torno a la accesibilidad, la formación, la edición de publicaciones tanto técnicas como divulgativas, la participación en encuentros profesionales, etc.
La coordinación con el Secretaría de Estado de Cultura es esencial y se manifiesta en acciones concretas, como en lograr que sus ayudas y concursos cuenten con las pertinentes exigencias de accesibilidad. Por ejemplo las que el INAEM y el ICAA conceden a las producciones de teatro y cine respectivamente. El CESyA se ocupa de certificar que estas producciones cuenten con la accesibilidad audiovisual que exigen las ayudas, es decir, que siguen la normativa técnica vigente.
¿Podría hacernos una valoración teórica de lo que ha evolucionado el subtitulado en España?
En los últimos 10 años hemos asistido a la normalización de la accesibilidad audiovisual a través del subtitulado. La legislación de ámbito internacional, estatal y local ha recogido el derecho de las personas con discapacidad auditiva a recibir contenidos audiovisuales accesibles.
En España en el año 2015, todos los grupos de comunicación públicos y privados de televisión son conscientes de sus obligaciones en relación al subtitulado. Los poderes públicos también han asumido su responsabilidad en seguimiento y control de la accesibilidad de la emisiones televisivas.
Aún se pueden observar errores técnicos en la prestación del servicio, quejas de los usuarios en cuanto a la calidad y algunos incumplimientos de los niveles de subtitulado mínimos exigidos por la regulación. Queda pues mucho recorrido por delante para solucionar estos problemas. No obstante, la valoración general de la evolución de los últimos años es muy positiva.
¿Dónde están los obstáculos para la plena adaptación del subtitulado en nuestras pantallas y gadgets tecnológicos?
La sociedad de la información en la que vivimos inmersos está multiplicando los formatos y sistemas de distribución y consumo de contenidos audiovisuales en los campos del entretenimiento, la cultura y la educación. Los ordenadores, las tabletas, las pequeñas pantallas de los teléfonos móviles, las consolas de videojuego, comparten el universo audiovisual con los medios tradicionales como el cine y la televisión.
La difusión audiovisual es por lo tanto un fenómeno multiplataforma. El reto tecnológico está en garantizar que los contenidos viajen de una a otra plataforma conservando todas sus prestaciones de accesibilidad, incluido el subtitulado.
Lamentablemente esto no se está produciendo en todos los casos. En España nos encontramos con contenidos televisivos que son accesibles en la TDT y que no tienen disponible el subtitulado en la TV IP, en los portales de internet abierto o en las aplicaciones para dispositivos portátiles.
¿Cuál sería el modelo ideal por el cual un país o región adopta el subtitulado? ¿Existen otras referencias?
Un país adopta el subtitulado para dar respuesta a las necesidades de las personas sordas. Por ello, es de vital importancia que el subtitulado contenga toda la información acústica necesaria para comprender el mensaje audiovisual. Es decir, debería contener además de la transcripción textual del mensaje de voz, la identificación de las personas que lo emite (bien con colores diferentes, con etiquetas o mediante la posición relativa del texto), la identificación de los sonidos ambientes y la transcripción de todos los elementos sonoros necesarios para entender la obra.
Los países que han firmado y ratificado la convención de la ONU para las personas con discapacidad, se han comprometido a realizar las acciones necesarias para incluir a las personas con discapacidad en todos los ámbitos, no sólo en el cultural sino también en el social, jurídico, educativo, sanitario, laboral, etc. El subtitulado afecta a todos estos ámbitos como un vehículo de comunicación esencial para las personas con capacidades lectoras y que necesitan sustituir el mensaje acústico por el transcrito debido a una discapacidad.
¿Se están trabajando/presionando para que las subtitulaciones en la TV se realicen correctamente (no ver en una cadena los subtítulos de otra, no tener desfase temporal,…)?
La Ley General de la Comunicación Audiovisual (LGCA) establece unas obligaciones en cuanto al subtitulado que los radiodifusores han den emitir. También establece que se ha de cumplir con la legislación y normativa vigente. Los radiodifusores están comprometidos con esta ley y además desde el CESyA trabajamos conjuntamente con ellos, con la administración pública y por supuesto con el movimiento asociativo para lograr un servicio de calidad. Para ello se ha constituido un grupo de trabajo en el que se están estableciendo los indicadores de calidad y en sus métricas. A lo largo de estos meses se pretende llegar a un consenso y establecer una guía de buenas prácticas que mejoren la calidad de la prestación de los servicios.
Paralelamente, en el CESyA se trabaja en la formación de los profesionales en subtitulado desde el Máster TADIS, así como en el desarrollo de tecnologías que mejoren las herramientas de producción y de transmisión de los subtítulos. Pero es un trabajo de todos y nos compete a todos desempeñar nuestra labor para lograr el objetivo final: la producción y el disfrute de un subtitulado de calidad.
Publicada en Facebook el 23 de febrero de 2015.