Fotografía Personal de Varela, Dª Isabel (Experta en Neurobiología de la Audición)

Isabel Varela Nieto (Profesora de investigación del CSIC, Jefe de grupo CIBERER y experta en Neurobiología de la Audición)

¿En qué líneas de investigación están centrados en estos momentos tus estudios en relación con patologías auditivas y vestibulares?

Tenemos dos líneas fundamentales de trabajo. Nos interesa el estudio de la fisiopatología auditiva utilizando modelos animales y celulares. Especialmente, utilizamos modelos de ratón modificados genéticamente para reproducir mutaciones que causan sordera humana. La mayoría de estas sorderas genéticas afectan a los niños; algunas son síndromes complejos que pertenecen al grupo de las enfermedades minoritarias o raras. Asociado a esta línea ponemos mucho esfuerzo en el desarrollo de técnicas y equipos que nos permitan hacer estudios de forma más fiable. Una segunda línea fundamental es la de descubrir nuevas moléculas que puedan proteger o incluso reparar la pérdida auditiva. Este es un campo ahora muy activo, en el que se necesitan los modelos experimentales antes de que podamos llegar con las moléculas más seguras a un ensayo clínico con pacientes. Trabajamos con moléculas naturales que son micronutrientes que integran nuestra dieta y, en colaboración con varias empresas, en el estudio de nuevas moléculas sintéticas con un potencial otoprotector.

¿Podremos contar en un futuro próximo con un tratamiento para la presbiacusia en humanos?
La sordera asociada a la edad es un problema social grave, aunque poco reconocido como tal, tanto por el número de personas al que afecta, como por el deterioro que causa en la comunicación y, por tanto, en la calidad de vida diaria. Así lo reconoce desde la OMS a la Comisión Europea, aunque tenemos todavía que concienciar de la importancia del problema a la sociedad española.

Nuestro grupo de investigación participa en el proyecto europeo TARGEAR (www.targear.eu) para abordar este tema conjuntamente con otros grupos de investigación y empresas, como MED-EL y Affichem. Actualmente, ya hay soluciones disponibles, las prótesis auditivas que es la contribución de MED-EL, estamos testando algunas moléculas nuevas de Affichem que podrían llegar a ser protectoras del deterioro auditivo. TARGEAR también tiene como objetivos formar a los jóvenes investigadores y contribuir a dar visibilidad a este problema en todos los foros a nuestro alcance.

Incidiendo en los aspectos terapéuticos hay algunos resultados que ya se pueden poner en práctica. Sabemos, por estudios internacionales sobre cohortes humanas, que la alimentación tiene un papel importante en la progresión de la pérdida auditiva con la edad. Hemos utilizado modelos experimentales para comprender por qué sucede esto, y hemos descrito las bases moleculares que explican la importancia de mantener buenos niveles de vitaminas B, ácido fólico (en las verduras, como el brócoli) y de ácidos grasos omega-3 (en el pescado azul o nueces) para ralentizar la pérdida auditiva. Otras moléculas naturales, como el factor IGF-1, también contribuyen al mantenimiento de la audición y se ha descrito que su producción natural se estimula con el ejercicio físico. Igualmente, evitar el ruido contribuye a no añadir daño al daño, y esforzarse por oír es una buena gimnasia. En conclusión, buena alimentación, bajar el volumen y ejercicio físico como terapia preventiva, ¡empecemos hoy mejor que mañana!

¿De cuánto tiempo estamos hablando?
Estas recomendaciones se pueden poner en práctica ya, a cualquier edad. Si hablamos de complementos nutricionales ad hoc pienso que también son accesibles, con supervisión médica, por supuesto. Si hablamos de medicamentos o terapias más complejas como la génica o la celular, los tiempos lógicamente se alargan, y siendo optimista no creo que sea antes de 10 años. También están ya disponibles dispositivos auditivos cada vez mejores, aunque no debemos olvidar que el mejor dispositivo es nuestro propio cerebro y no debemos dejar de estimularlo. Me atrevería a recomendar revisiones con buenos audiólogos y no esperar a oír demasiado mal para ponerle remedio; podría ser ya tarde.

Si se descubriera un tratamiento farmacológico para la presbiacusia, ¿en qué rango de edad actuaría este fármaco?
La presbiacusia tiene un componente genético todavía no bien conocido, pero también un fuerte componente ambiental en el que el ruido es un elemento clave. Puede aparecer tempranamente, cuarta o quinta década, o a edades más avanzadas. La OMS estima que un tercio de los mayores de 65 años presenta presbiacusia, y este porcentaje se incrementa con la edad.

Lógicamente cuanto antes se pudiera intervenir, mejor. Idealmente, habría que disponer de marcadores séricos diagnósticos y pronósticos que nos permitieran estimar cómo evolucionará la pérdida auditiva antes de que el paciente lo note. Actualmente esto no existe por lo que la recomendación es estar alerta, acudir a un especialista cuando se note el primer signo, que puede ser tener que elevar el volumen en la tele, o perderse en una conversación en un ambiente ruidoso o repetir muy frecuentemente ¿qué has dicho?

En resumen, la prevención debemos empezarla precozmente, los tratamientos nutricéuticos y farmacéuticos están en camino, y, de forma complementaria, las prótesis auditivas; que han mejorado extraordinariamente pero su uso óptimo precisa de audiólogos expertos. Hay mucha frustración en este tema porque los aparatos son caros y los resultados no son automáticos ni están garantizados, como sucede con las gafas por poner un símil cercano.

En el campo de las investigaciones científicas en España, ¿considera que la sordera es un tema de interés ampliamente extendido o son pocos los grupos que se centran en su estudio?
En todo el mundo hay centros de investigación especializados en la pérdida auditiva. En EEUU, Japón, RU y Alemania están algunos de los mejores; estos centros suelen combinar la práctica clínica con la investigación básica. En España, no existen como tales pero el Instituto de Salud Carlos III con la iniciativa de los centros de investigación biomédica en red, concretamente el CIBERER, ha reunido a expertos de varias instituciones para trabajar conjuntamente en el campo de las alteraciones sensoriales. Han puesto los medios y la iniciativa está recogiendo muy buenos frutos. Además de los integrantes del CIBERER se pueden destacar otras iniciativas que reúnen expertos de gran calidad como son el INCYL en Salamanca y el IDINE en Albacete, centros de investigación asociados a Facultades de Medicina, con investigadores de primera línea y jóvenes muy prometedores.

Como todos los campos, el nuestro se ha resentido con la crisis económica, ya que pertenecemos a instituciones públicas y nuestra financiación básica son proyectos competitivos públicos. En España, en otros campos, las asociaciones de afectados son muy activas atrayendo fondos para la investigación, pero no sucede así con la investigación en pérdida auditiva. En otros países, hay asociaciones y fundaciones para el estudio de la sordera con unos programas de apoyo a la investigación envidiables, Estados Unidos o Reino Unido serían los mejores ejemplos. No obstante, hay empresas españolas que paulatinamente están animándose a invertir en investigación en el desarrollo de fármacos para paliar el tinnitus o prevenir la pérdida auditiva. Es un tema de investigación apasionante y socialmente muy relevante, en el que como país deberíamos trabajar para aumentar la masa crítica. Todo esfuerzo suma para atraer capital humano y económico, y crecer, fundaciones como “AG Bell International» tienen un impacto muy positivo en la sociedad y, por lo tanto, en sus científicos.

Publicada en Facebook el 14 de octubre de 2016.

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